Capítulo505
-Por cierto, mañana temprano vendré aquí a recoger a la señorita y regresaremos a México juntos. Mis largas
vacaciones han terminado, y es hora de volver al trabajo.
La señora Belén recordó a su hijo, quien aquella noche, ante todos, se humilló al limpiar los pies de
Clara. Se sintió incómoda y funció el ceño al decir: -Aarón, antes estabas trabajando junto a
Diego, quien es el presidente de KS group. Tenías un futuro prometedor como su secretario. ¿Por qué te mudaste
para trabajar como secretario de Clara? ¿Qué perspectivas puedes tener a su lado?
Al final, ¿no es Diego quien heredará la inmensa fortuna de la familia Pérez?
-Madre, ¿no has estado viendo las noticias últimamente? La señorita de la familia Pérez es una
figura destacada en México en estos momentos, con una gran fama. Creo que tiene tanto talento
como Diego-intervino Pablo sin poder contenerse.
-Todo eso es porque su padre es Julio. Si ella quiere hacer algo, naturalmente tendrá éxito sin que
nada se le interponga-Doña Belén expresó con cierto desacuerdo.
-Mamá, la señorita se porta muy bien conmigo, y estoy feliz y satisfecho trabajando a su lado-
Aarón tomó la mano de doña Belén con firmeza, su mirada profunda y apasionada. -Lo más
importante es que la señorita me necesita. Mientras ella me necesite, estaré a su lado pase lo que
pase. A menos que, claro, la señorita decida prescindir de mi primero.
Doña Belén quedó momentáneamente atónita, sintiendo que su corazón se enfriaba a la mitad, una
mezcla de preocupación, enojo y desesperación. Pablo miraba a su hermano con incredulidad; sus
palabras apasionadas sonaban más como una confesión a Clara que a una madre preocupada.
-Hijo, te entregas con tanta sinceridad a Clara, ¿pero ella también te corresponde de la misma manera? -Doña
Belén sintió que su hijo había sido influenciado por Clara y estaba desesperada
por sacarlo de lo que veía como un mal camino. -Eres el orgullo de tus padres, la niña de mamá.
Mira lo que haces todos los días alrededor de Clara. Incluso si nuestra familia Soler ha recibido
favores de la familia Pérez, Clara no debería tratarte de esta manera.
Al ver que su madre estaba a punto de llorar, Aarón la abrazó con resignación.
-Madre, estás pensando demasiado, La señorita es una persona muy buena, nunca me ha pedido
nada. Todo lo que he hecho ha sido de mi propia voluntad-le dijo.
En otro coche, el ambiente también estaba bastante tenso.
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-A partir de ahora, ¡no te permito que causes problemas a la familia Pérez! – Enzo reprendió duramente a Hugo -Te
he enseñado desde que eras pequeño que no debes olvidar tus raíces ni ser ingrato. Además, el dinero no tiene fin,
ya tienes un patrimonio de más de cien millones, ¿qué más quieres? ¿Por qué insistes en contactar a Hernández y
enfrentarte a la familia Pérez?
-¿Que he hecho mal? ¡La familia Pérez es la que ha ido demasiado lejos! ¡Me humillaron esta
noche! Estoy seguro de que Clara se quejó con Julio, y por eso Julio intenta comprar Capital
Evergreen y tomar el control de mi bufete de abogados. No permitiré que esa niña salga impune,
no me quedaré de brazos cruzados. Haré que Clara pague el precio-respondió Hugo, lleno de odio.
-Sigues siendo terco! – Enzo estaba furioso y le dio una bofetada a Hugo. -Soy tu padre, y todo lo que digo es por tu
bien. ¿Crees que la familia Pérez es tan despreciable como la familia Hernández,
luchando y conspirando entre ellos? La familia Pérez está unida y tiene una gran relación. ¡Lo sé
muy bien! Si provocas a la familia Pérez, prepárate para enfrentar la destrucción total, ¡es un
camino sin retorno!
Hugo aún no estaba convencido y pensaba que su padre estaba exagerando.
-Cuando llegue ese momento, si decides morir, muere solo. ¡No arrastres a nosotros y a tus dos
hermanos contigo!
Después de resolver sus problemas emocionales, Aarón regresó al lado de Clara para continuar
trabajando. Aunque su primer amor había terminado de manera triste y melancólica, había
resuelto un asunto que lo había atormentado durante muchos años. Sin embargo, había una cosa
que no podía sacar de su mente.
Esa noche, Inés, bajo los efectos del alcohol, lo había abrazado y le había dado un beso apasionado
en los labios.
-Aarón, ¡se está quemando la comida! – Clara gritó, sacando a Aarón de sus pensamientos. Se dio
cuenta de que la sartén estaba echando humo negro.
-¡Oh no! – Aarón apagó rápidamente el fuego y arrojó la sartén quemada al fregadero.
-¿Qué te pasa? Has estado distraído estos últimos días-preguntó Clara mientras revisaba a Aarón
para ver si estaba herido.
-Lo siento, señorita, tal vez no he descansado lo suficiente. Voy a volver a hacer su comida-dijo
Aarón, su corazón latía con fuerza. Iba a lavar la sartén cuando Clara lo detuvo.
-No es necesario, no tenemos tiempo para eso. Vayamos a comer al hotel. Por cierto, esta tarde
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