CAPÍTULO 14

YO YA SOY ESA MUJER.

La penumbra de la habitación real se desvanecía lentamente con los primeros rayos de luz del amanecer. Zahida, recostada en la cama, se estiró un poco, y luego se sentó de golpe al ver que ya había amanecido. Pensó en su bebében por qué Laya no la había llamado, pero en su agitación observó a su lado, para darse cuenta de que el rey no estaba en la cama.

Ella miró alrededor y puso los pies descalzos en la alfombra hasta encontrar un teléfono inalámbrico para comunicarse rápidamente con alguien que trajera a su bebé y a Laya.

Camino hacia la ventana después de colgar la llamada y visualizó un paisaje del reino que se extendía ante ella. Recordó cómo muchas veces divisó esa misma costa cuando en su oscura habitación lloraba por las noches pensando en su mala suerte y en un hombre que nunca la miró con amor.

Sus ojos se cerraron mientras los rayos del sol acariciaban su piel, y recordó cada caricia, y aquellas manos que la tocaron con sutileza, pero con mucha pasión.

Su piel se erizó en los recuerdos, y su pecho se aceleró ligeramente. Nunca imaginó un hecho como ese, y solo podía ver los ojos de Hakim sobre ella, y aún saborear en su propia boca, como se sentía sus labios.

Y sí, no podía negar que la necesidad de venganza seguía ardiendo en su interior, pero la intimidad compartida con Hakim había abierto una puerta a emociones que no había anticipado.

Unos toques en la puerta la alertaron, y escuchó un “Gracias” cuando le abrieron la puerta a Laya.

Ella se miró la bata casi transparente, y se puso un albornoz encima con rapidez.

-Permiso. Allí estaba Laya con una sonrisa, y con su bebé en brazos.

-Buenos días, Laya….. ¿Por qué no me avisaste? –Zahida tomó al bebé en sus brazos, y ella le sonrió colocando sus dedos en su carita.

-No podía interrumpirlos, sería una impertinencia. Pero el príncipe Omar se portó de maravilla.

Ver una sonrisa radiante en Zahida, estremeció a Laya por completo.

-Qué bonita sonrisa, señora….. -Zahida se puso seria, y afirmó para susurrar.

-Fue maravilloso, Laya….. -Laya se sonrojó-. Yo no puedo describir, porque no tengo palabras.

-El Emir se nota un caballero…

-Lo es yo creo que él, quiere a esta mujer… -Laya frunció el ceño.

..

-Pero es con usted con quien estuvo, creo que debe olvidarse completamente de la señora Zahida, esta es su nueva vida, una nueva oportunidad.

Zahida apretó la mandíbula, y negó.

+15 BONOS

-No puedo olvidar, Laya. Samir y esa mujer me hicieron mucho daño. Tú sabes todo por lo que pasé…

Laya asintió.

-Yo solo quiero que se cuide. Que vaya por lo importante.

-Intentaré Por cierto, Laya… en la cena noté que Samir me miraba de forma extraña, y la madre del rey me dijo algo como que, el príncipe me miraba de forma lujuriosa creo que Samir intenta llegar a….. Rania de alguna forma.

-Lo vi muchas veces en la misma actitud, creo que se lo dije. Pero la señora Rania solo le sonreía. Nunca la

vi a ella dentro del Alá del señor Samir.

Zahida se apretó el cuello y asintió.

-Tendré cuidado… cambiando el tema ella sonrió-. Hay algo que Hakim me dijo ayer… y no puedo dejar de pensar en ello.

Laya sonrió de nuevo.

-Usted es su favorita, todos saben que la señora Yassira solo ocupa un nombre, pero el rey nunca la ha

amado.

Zahida asintió mirando a su bebé, recordando el día de su nacimiento, y quería comentarle a Laya lo que dijo Hakim, hasta que su ceño se frunció de inmediato y una idea se formó en su cabeza.

-Laya…-se giró de golpe-. Tú dijiste que la segunda esposa de Hakim murió dando a luz…

Laya asintió.

-Sí, señora.

-Dijiste que estaba muy débil en su embarazo, al igual que Rania.

Laya parpadeó varias veces.

-Sí, ahora que lo pienso… ambas tuvieron los mismos síntomas, solo que la señora Rania… -Laya se detuvo –. Espere… de hecho la señora Rania murió…..

Zahida asintió con la respiración entrecortada.

-Recuerdo que tuve un dolor muy grande, y usé todas mis fuerzas, solo de esa forma nació Omar… si yo no hubiese entrado en este cuerpo…

Laya se levantó.

-El príncipe Omar no hubiese nacido… es lo mismo.

Zahida se tapó la boca y negó.

-Hay alguien en este palacio, que hizo esto.

-Debe tener mucho cuidado, aunque la señora Rania se ganaba a sus propios enemigos.

+15 BONOS

Zahida se levantó acunando a su bebé y miró este espacio enorme.

-No sé mucho de los problemas con Hakim, pero ellos tenían muchos distanciamientos, Laya.

Laya se acercó hacia Zahida, y la tomó del brazo para decirle de forma firme.

-Acórtelos, señora, gánese su favor… ya vendrá el tiempo en que tome la venganza por sus propias manos, pero por ahora, acérquese al rey. Haga que él la ame no por Rania, sino por la misma Zahida que es la mujer más hermosa que conozco…

Zahida sonrió asintiendo hacia ella, y en el momento en que fue a decirle algo, llamaron a la puerta.

Era una criada.

-Buenos días, señora Rania… el rey pide su presencia para desayunar con él…..

Zahida asintió rápidamente, y le dijo:

-Iré en unos minutos… gracias.

La criada alzó la cabeza, la miró y luego asintió rápidamente para cerrar la puerta.

-Creo que no tengo nada aquí para ponerme, ¿o sí?

Laya sonrió.

-Lo arreglaremos, pero mi señora… -Zahida la miró esperando-. Creo que debe empezar por no hablar de la señora Rania en tercera persona, las cosas no van a cambiar, la señora Zahida saltó de un acantilado, y la señora Rania, murió al dar a luz…

Zahida apretó los dientes, pero ella supo a lo que Laya se refería.

-Debo aceptarlo… -Laya asintió-. Y no debo vivir como si estuviera en el cuerpo de otra mujer porque yo

ya soy esa mujer…

Laya le sonrió afirmando cada vez, y le quitó al bebé de sus brazos.

-Empodérese, señora… es hora de que se lo crea, y es hora de que viva por primera vez…

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