Renaciendo como la esposa del PADRE DE MI MARIDO
CAPÍTULO 18

CAPÍTULO 18

ES EL BEBÉ.

Después de la cena, Rania decidió retirarse a sus aposentos, pero antes de llegar, fue interceptada por Hadara, aunque ella literalmente estaba corriendo.

-Rania… -la muj parecía un poco agitada, y ella cerró los ojos cuando se detuvo-. Parece que estás huyendo de tu propia madre.

Rania se giró de forma lenta.

-He estado un poco ocupada madre….

Hadara frunció el ceño y achicó los ojos.

-¿Estás bien? -tomó su brazo-. Vamos a un lugar más privado.

Rania se dejó meter a un saloncillo antes de entrar a los pasillos que iban a dirigirla a sus aposentos, y pensó que podía hacer para que la madre de Rania no la descubriera.

-Eres más valiente de lo que pensaba. Expulsar a Adilá no es algo que cualquiera se atrevería a hacer, ella siempre se ha creído superior.

-Eso lo sé… -dijo, y rezó porque Hakim no se enojará por dicho acto-. Madre, realmente estoy cansada…

-Parece que pasaron años desde que no hablamos, no aceptas mis visitas, y… estás muy extraña. Casi te pierdo en ese parto… nuestras esperanzas se estaban perdiendo, pero con ese niño, Rania…

-¿Ese niño? ¿Qué dices?

-¿Qué te sucede?

Y Rania soltó el aire.

-No me sucede nada, estoy recapacitando… teníamos planes, tal vez, pero seré diferente ahora madre…

-¿Qué?

-Cómo lo oyes… no seré la misma tonta y altanera que solía ser, quiero a mi esposo, y no seré una carga, aquí ya hay suficientes, y estoy cansada de esto.

Hadara incluso pasó el trago y se acercó a ella.

-Debe ser una broma…-Hadara se acercó cautelosamente-. ¿No podemos halar aquí?

Rania frunció el ceño, y sintió que esto era algo importante.

-Si… Lo dijo mirando a los lados. ¿Por qué no?

-Que pusieras a Adilá en su lugar, tiene sentido, que pongas tus puntos con la misma Yassira, también… pero se supone que Samir es el que…

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-Buenas noches -Hadara se apartó rápidamente cuando de pronto fue Zulema la que entró.

Sin embargo, sentí impotencia.

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Hadara estaba a punto de decirme algo importante de Samir, algo que de seguro Rania estaba involucrada.

Me senti un poco sofocada, pero levanté la cabeza y asentí hacia Zulema con respeto.

-Señora Hadaparecía confundida y también ofreció una reverencia.

-Rania me gustaría tener unas palabras contigo.

-Claro, yo me retiro -Hadara se adelantó.

-No será ahora… mañana por la tarde, ven a mi ala, con Omar…

Parpadeé varias veces y asentí.

-Estaré allí.

Zulema miró a mi madre de arriba abajo, y continuó su caminata.

-Por Alá, esa mujer me produce mil infartos…

Estaba demasiado agitada como para prestar atención, yo solo quería que ella continuara con lo que había

dicho.

-Estabas por decirme algo…

-¿Qué?

-Samir, dijiste Samir… Madre…

Y ella estaba por abrir la boca cuando una criada vino rápido a su encuentro.

-Señor… lamento interrumpir.

-Esta gente no tiene límites, vete, estamos ocupadas… -la criada parecía un poco nerviosa, cuando Hadara

la corrió.

-No, espera… ¿Te encuentras bien? -Hadara miró a su hijo que incluso puso una mano en el hombro de la criada.

-Laya, la llama con urgencia, el bebé…….

Rania no escuchó más y casi corrió hacia los aposentos del rey.

En efecto, el bebé se notaba incómodo, y ella mandó a llamar a los mejores médicos del reino.

Omar no paraba de llorar, y ella se sentía desesperada.

-Debemos llevarlo al hospital.

A Rania se le detuvo el corazón cuando el médico lo dijo, pero salió disparada detrás de él.

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Rania sintió un nudo en la garganta cuando el goteo de hidratación, estaba pasando por la vena de su bebé.

Tenía el cuello desgarrado porque no había querido que nadie lo alzara, y él solo se había dormido en sus

brazos.

-Señora el rey Hakim se comunicó con nosotros, está viajando aquí… llegará en unas horas.

Rania asintió apretando sus labios hacia el asistente, y miró a su bebé que estaba dormido con lágrimas secas en sus mejillas.

Y en un momento dado, un médico entró a su habitación.

Por supuesto, tenían todas las comedidas en ese hospital de lujo.

-Mi señora… tenemos los análisis.

Rania no se levantó.

-Puede decirme, no quiero poner al bebé en la cuna.

-No se preocupe, sé que está aterrada. Nuestro príncipe apenas va a cumplir un mes…..

Rania asintió.

-¿Qué le pasa al bebé?

-Tiene una infección gastrointestinal… su llanto excesivo se debe a ello.

Y Rania frunció el ceño.

-Pero si solo toma leche…

-Sí, pero puede que el agua con el que la prepararon, haya estado contaminada.

Rania pasó un trago y ella miró a Laya que abrió los ojos.

-Las personas que están a cargo de cuidarlo, deben lavarse las manos con frecuencia, utilizar agua potable. lo mejor era leche materna, pero ya me comentaron que no…

Rania se levantó.

-Nunca se produjo de mis pechos, yo quise…

-Lo sé, mi señora, no tenga cuidado de ello.

-¿Cómo podemos curarlo?

-Antibióticos.

-Pero es tan pequeño…

-Lo sé. Hay un mal manejo de su alimentación…

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Laya se acercó, y le negó.

-Nunca consigo el agua, me traen las mamilas preparadas -ella lo dijo como si temiera y Rania negó mirando al doctor.

-Gracias, doctor…

-Cualquier cosa, puede llamarme… me han dicho que el rey está por venir, y debo darle toda la información

también…

Rania asintió con un nudo en la garganta y esperó que el hombre saliera de la habitación.

-Yo… -Laya intentó decir, y Rania puso a su bebé con cuidado en la cuna.

-No tienes que decir nada, confío ciegamente en ti. Tenemos que tener mucho cuidado Laya, definitivamente la persona que quiso dañar a Rania, también lo quiere hacer con el bebé… es inédito.

Pasaron algunas horas, amaneció incluso cuando ella se despertó, abrieron la puerta de repente, y luego ella miró a un guardia con un cable en su oreja.

-Señora Rania, el rey está entrando al hospital…

Ella se levantó rápidamente, y le entregó el bebé a Laya, debía salir de la habitación para no despertar a su hijo, que incluso lloró por la madrugada, y cerrando la puerta tras ella se quedó quieta.

Hakim venía como un rayo con sus guardias detrás de él, sus ojos se encontraron y ella notó que su ceño estaba lo suficientemente pronunciado, para asimilar que venían problemas.

Pero cuando apartó los ojos y vio detrás, notó a Yassira, a Adilá, y al mismo Samir, entrar como si a ellos le importara la situación.

Sus ojos volvieron a Hakim, él parecía enojado, frustrado, y un poco decepcionado, Rania sabía perfectamente que su credibilidad, estaba en una cuerda demasiado floja…