Renaciendo como la esposa del PADRE DE MI MARIDO
CAPÍTULO 27

CAPÍTULO 27

DE QUÉ LADO IBA A PONERSE.

El aire en la zona de retención del palacio estaba cargado de desesperación y angustia. Rania notó como Mahir la metió en un cuarto, que apenas tenía una cama individual, pero que parecía un desierto.

Y antes de que él se fuera, ella se giró con el eco de sus propios sollozos que llenaban el espacio mientras luchaba por comprender la traición que se tejía a su alrededor.

-Mahir, por favor, tienes que creerme. Alguien quiere destruirnos, a mí y a mi hijo. No puedo ser responsable de esto, ¿no lo entiendes?

Mahir se mantuvo serio.

-Van a traerle lo necesario, nadie vendrá o pasará estos pasillos y estarán resguardados con seguridad.

-¡Mahir! -Había una especie de rejas-. ¿No lo entiendes? Mi bebé está en peligro…

-Lo siento, señora Rania, pero las pruebas son contundentes. El frasco fue hallado en su habitación. El rey

actúa según las evidencias.

Rania se despegó de las rejas, y negó limpiando sus lágrimas.

-Pues dile a tu rey, que va a pesarle esta situación, Mahir…

Mahir se dio la vuelta, y Rania se pegó de nuevo a las rejas.

-¡Hakim! -ella gritó de nuevo, dejándose caer al suelo, pero en medio de sus sollozos, y con su aliento agitado, se quedó callada por un momento.

De nada le valía llorar y lamentarse. Seguía siendo la misma tonta, aquella que se lanzó al acantilado por no estar conforme con su situación, y por llorar de más.

Sin embargo, esta vez no sería así. Ella no podía abandonarse y arruinarse, ahora tenía un hijo, uno por el que

daría todo y, además, muchas almas que vengar.

Se levantó rápidamente, mirando a su alrededor, secó sus lágrimas, y se sentó en esa cama pequeña.

Ella necesita escapar, y debía hacerlo cuanto antes.

“Si las pruebas indican que Rania está involucrada, la justicia prevalecerá

Rania será sometida a un juicio justo. Hasta entonces, permanecerá en la zona de retención. Si es inocente, se hará justicia. Si es culpable, enfrentará las consecuencias”

Hakim se rascó los ojos al recordar sus últimas palabras al salir del salón, caminó para tomarse un trago, y esperó que Mahir apareciera en cualquier momento.

La madre de Rania había suplicado un momento a solas, así como Yassira, Samir, y la misma Adilá, pero

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Y luego la puerta se abrió y Mahir la cerró ordenando a sus guardias quedarse tras de ella.

-Señor…

-¿Cómo está ella?

-Muy mal…

Hakim apretó su mandíbula.

-¿Dónde están las criadas de la cocina?

-También encerradas en las afueras de las alas del palacio, hay un fuerte interrogatorio, pero parece que ellas encubren a alguien mayor… sin embargo, es evidente que no negociaron con la señora Rania, y que este frasco, lo pusieron de último momento en su habitación.

Hakim afirmó.

-Necesito que sigamos con la investigación… nadie puede acercarse al lugar de Rania, y coloca inteligencia a los pasos de Yassira. Está de más decirte que se debe doblegar la seguridad de la habitación de Omar…

Mahir asintió.

-El médico ha pedido hablar con usted, y la criada de la señora Rania, aún sigue en retención. Siempre confiesa lo mismo, y a ella tampoco la vieron en la cocina. Sus confesiones coinciden.

-Me reuniré con el médico…

-Por cierto, señor… las salidas del señor Samir, se han intensificado. Se está reuniendo con la misma gente que usted temía… -Hakim sintió que una cerca eléctrica se pegaba a su alma.

-Bien, Mahir… por ahora, déjalo.

Hakim salió de la biblioteca y se encaminó a la habitación de su hijo para encontrarse con el médico.

Tenía mucho peso en sus hombros y detestaba recordar la mirada de decepción que Rania le envió, sin embargo, necesitaba mantenerse firme por ella misma y por su hijo.

-Señor el médico hizo una reverencia, y Hakim asintió-. Quería darle el’informe, los resultados de su hijo Omar están listos…

-¿Cómo sigue?

-Ha respondido al tratamiento positivamente. Terminaremos el tratamiento hoy por la noche…

Hakim afirmó soltando el aliento.

-Mahir acompañará a todo su equipo cuando estén listos… no se preocupen por nada, gracias por atender a

mi hijo.

El médico alzó su pecho orgulloso, y Hakim entró a la habitación de su bebé.

No dudó en colocarlo entre sus brazos para estrecharlo, oler su fragancia, y besar su cabeza.

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+15 BONOS

Odiaba esta situación. Su misma familia hiriendo sus costados en vez de tener aliados para el reino. Su propio hijo buscando su caída, y él luchando por todos lados para que no malograran a los suyos.

Hoy más que nunca estaba seguro de que no sucedería su corona a Samir. Él no era digno de su puesto, y así le tocara batallar por muchos años más, esperaba poder coronar a Omar, y esperaba que se lo mereciera.

La puerta se abrió mientras le susurraba a su hijo, y Hakim notó como su madre entró con sigilo.

-Mahir me dijo que viniera… -Hakim asintió dejando a su bebé en la cuna y Zulema se acercó-. Mi chico es tan inocente, pero no podemos permitir que otra cosa así le ocurra…

-Quiero que lo lleves a tu habitación, reforzaré la seguridad… y enviaré a la criada de Rania.

Zulema afirmó.

-¿Cuándo actuarás?

-Pronto sabes que una cosa, desatará la otra, y debo ser muy cuidadoso con mis pasos…

Su madre asintió y se acercó a Omar.

-Tiene apenas un mes, y está peleando con su hermano un puesto… Sabes que Samir no se quedará quieto cuando todo esto caiga encima de Yassira, ¿verdad?

-Estoy al tanto…

Zulema se giró.

-Y eso sin contar de que Rania también se ponga de su parte…

Hakim pasó un trago.

Aún no podía borrar de su memoria aquel día en que vio sonriendo a Rania con Samir en el jardín, y se rascó

los ojos para negar.

-Creo que no pasará madre, espero que no pase…

-De igual forma, sigue manteniéndote alerta. Rania tiene su historial…

A él le ardía aceptarlo, pero la realidad era que, en este momento, comenzaría la verdadera realidad.

Y si Rania quería seguir a su lado, debía demostrar quién era ella realmente, y de qué lado iba a ponerse…