Todo por amor novela (Victoria Selva y Alejandro Calire) Completa -
Todo por amor Capítulo 96
Capítulo 96 Estoy aquí
Claudia de a poco empalideció, ya que nunca se imaginó que diria algo así. «¿A qué se refiere con que, si sabía que había sido imprudente, debería tener más cuidado la próxima vez? ¿Cree que es mi culpa haberme caido de esta forma y que Victoria no está involucrada? ¿Y no la hará responsable? No, no debería estar pensando esto ahora, sino en por qué Alejandro de repente cambió de opinión después de ir y volver. Victoria debe haberle dicho algo. ¿Puede ser que sea…? Tras pensar en eso, no tenía una buena sensación sobre la situación. En un instante, desestimó todo lo demás y se lanzó a los brazos del hombre, llorando como una niña inocente.
-Lo siento. Pensaré en lo que dijiste. Me duele mucho la herida y el médico me dijo que dejará una cicatriz, así que estaba de mal humor. ¿A dónde fuiste, Ale? ¿Escuchaste que me dejará una cicatriz en la frente y piensas que soy fea, así que ya no me quieres? -La calidez en sus brazos lo hizo ponerse más nervioso. Frunció el ceño y por instinto quiso empujarla, pero Claudia lo abrazó con más fuerza y le preguntó mientras lloraba de forma desconsolada-: ¿Sabes por qué estaba dispuesta a arriesgar mi vida para salvarte cuando éramos jóvenes?
Alejandro se detuvo, ya que los recuerdos de la infancia eran su punto débil.
-Porque no puedo perderte, Ale. ¿Puedes no dejarme?
En ese momento, Alejandro bajó la mirada hacia ella y se acordó de cómo se había arrojado al rio para salvarlo cuando él estaba al borde de la muerte. Ese no era algo que cualquier persona haría. -Debe haberme valorado mucho para hacerlo». De a poco, cedió y el hecho de que le había salvado la vida hacia que se sintiera que estaba en deuda con ella. Tras pensarlo, le acarició el hombro y le respondió con un tono suave:
-No pienses demasiado, déjame llevarte a descansar.
Claudia se sintió aliviada cuando noto que su tono era más suave. «Como era de esperar, mencionar el incidente es útil. Por fortuna, todavía tengo esto para ejercer influencia. Parece que Victoria no es completamente inútil después de todo-. Si no fuera porque lo salvó en ese entonces, él podría haberse ahogado porque ella no lo habría salvado. Para cuando encontró ayuda, ya había sido demasiado tarde. Sin embargo, debido a que Victoria lo había salvado, no solo sobrevivió, sino que ella ganó el título de héroe. «Dos pájaros de un tiro», pensó mientras sonreía en secreto.
En la habitación, el médico le volvió a vendar la herida y le dio instrucciones.
Al pensar en la cicatriz, se afligió.
-Doctor, me quedará una cicatriz?
El hombre de mediana edad suspiró cuando vio el aspecto miserable.
-La herida es bastante grande, así que no va a ser posible evitar la cicatriz. Si le molesta, podemos buscar tratamientos después de que la herida sane. De otro modo, puede usar el flequillo para taparla.
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Claudia
ya tenía flequillo porque su frente no era linda, así que solo podía peinarse con flequillo para cubrirla y resaltar la frente y toda la apariencia; incluso aunque le quedara una cicatriz, el flequillo lo taparía, pero eso no quería decir que le gustaba la idea. Entonces, después de que el médico se fue, comenzó a llorar frente a Alejandro.
-Ale, estoy tan angustiada de pensar en tener una cicatriz. ¿Me pondré fea? ¿No te agradaré y no me querrás más?
El hombre frunció los labios, pero no pudo decir lo que debería haber dicho. Al final, solo pudo decir:
-Descansa bien y cúrate.
Tras no escuchar la certeza que quería, se decepcionó e incluso antes de recostarse, pensó: -¿Puede que Alejandro se haya enamorado de Victoria en los dos últimos años? De ninguna forma. El es el hombre que quiero y nunca se lo daré a nadie más. Tengo que usar bien mi título de héroe y asegurarme de que solo se fije en mí».
Por otro lado, Victoria se despertó mareada y con náuseas. Después de recostarse por un momento, de repente se sintió mal. Se puso de pie con prisa y se arrastró al lavatorio, a donde pasaba mucho tiempo con arcadas. Al final, se apoyó en la puerta del baño, débil. ¿Por qué de repente me siento tan mal?. Se tocó la barriga, preocupada. «¿Le sucede algo al bebe?». Después de descansar por un momento, se puso de pie y bebió un poco de agua tibia antes de llamar a su mejor amiga, Sabrina.
-Deberías tomarte el día. Iré contigo al hospital -dijo de inmediato cuando escuchó que estaba enferma.
-Bueno, eso tenia pensado hacer.
Después de cortar, Victoria pensó en llamar a Alejandro para pedirle el día, pero al final decidió no hacerlo y, en cambio, se comunicó con Jazmín y le explicó que tenía asuntos urgentes de los que ocuparse y le pidió que le informara a Alejandro cuando llegara a la compañía. Cuando Jazmín recibió el mensaje de Victoria, se acababa de levantar y todavía bostezaba, pero cuando vio el mensaje, de repente se sintió energizada.
Después de un momento, se dio cuenta de que le pedía el día libre a ella en vez de Alejandro. -¿Por qué no se lo pidió al señor Calire? ¿Es por Claudia? ¡Seguro que si!».
Enojada, apretó el teléfono y no pudo evitar maldecir.
-Señor Calire, ibasura! ¿Cómo se atreve a maltratar a Victoria? ¡Nunca lo perdonare!
En el subte abarrotado, Sabrina se giró para mirar a Victoria, preocupada. Mientras tanto, Victoria estaba sentada, los rasgos faciales hermosos de su rostro delgado tenían un dejo de fragilidad, pero los labios pálidos eran una señal de que sufría mucho.
Sabrina había escuchado que algunas embarazadas tenian muchas nauseas matutinas y vomitaban. -Si bien nunca lo he experimentado, puedo imaginar lo horrible que deber ser que te duela tanto la barriga. Parece que mi querida Victoria está experimentando algo similar. Sé que
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tiene náuseas matutinas, pero vomitar es otra cuestión. Es lo suficientemente severo como para que empalidezca como si estuviera enferma-. Preocupada, le sostuvo la mano. Victoria abrió los ojos y la miró.
—No te preocupes, estoy aquí —dijo, apretando la mano con fuerza para calentársela.
Victoria le sonrió de forma sutil y no pudo evitar apoyarse en ella. De inmediato, Sabrina acomodó la postura y movió el hombro para dejar que se apoyara en ella. De esa forma, Victoria apoyó la cabeza en el hombro, descansando de ella por completo.
-Gracias, Sabrina.
-Es bueno saber que tengo una amiga de verdad-.
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