A Mortal’s Medicinal Elixirs ( William and Dr. Barrett ) Online Novel
Ultimas 227

Capítulo 227

Luego de unos minutos logré entender la situación, la cual se dividía en tres bandos.

Jonathan, después de tantos años al mando, tenía su influencia, y muchos lo apoyaban. Pero Oliver tampoco se quedaba atrás, y sus seguidores eran de los que hacían más ruido.

Y luego estaba el grupo que solo esperaba para ver el resultado.

A ellos no les importaba quién estuviera al mando, lo que buscaban eran beneficios.

El que les permitiera ganar más dinero, ese sería su favorito.

Pero algo curioso llamó mi atención, nadie mencionó el accidente de Jonathan, nadie preguntó si realmente había perdido la memoria.

En realidad, mientras no afectara a la compañía, si él había perdido la memoria o no, era irrelevante.

Alejandro y yo estábamos sentados cerca de la puerta, y ninguno de los dos dijo una palabra.

Él me miró preocupado, pero yo simplemente le indiqué con la cabeza que ese no era momento de hablar.

Quien hablara se convertiría en el blanco de todos, no tenía sentido que se involucrara.

Finalmente, cuando la discusión llegó a su punto cúlmine, Jonathan golpeó la mesa con fuerza.

“¡Basta! Lo que haga con mi vida privada es asunto mío, ¡No tiene nada que ver con la junta directiva!”

Su mirada se posó en mí, llena de rencor.

“Iris, todo es tu culpa! Si no hubieras estado tan obsesionada conmigo…”

“¡Basta!” Dijo Mohamed golpeando su bastón con fuerza, luego agregó, “¿Aún no te parece suficiente vergüenza?”

Oliver soltó una risa burlona.

“¿Ahora la culpa es de ella? ¿No fuiste tú quien la acosó primero?”

“¡Tú también cállate!” El anciano miró a Oliver con desdén, y este enmudeció.

En ese instante entendí la intención del anciano.

Jonathan podía ser un mujeriego, podía ser despreciado por ser infiel.

Pero no podía perder la memoria, no podía estar loco.

Al final, el anciano aún quería ver quién, entre él y Oliver, era más apto para tomar las riendas de la compañía. En ese momento, por supuesto, no permitiría que Jonathan tuviera mancha alguna.

Jonathan respiró hondo y luego se inclinó ante el anciano.

“Abuelo, lo siento, mi comportamiento le ha causado un daño irreparable a la compañía, asumiré la responsabilidad.”

Los partidarios de Oliver preguntaron inmediatamente: “¿Cómo asumirás la responsabilidad?”

“Con pérdidas de más de cien millones, ¿nos vas a compensar directamente? Aunque compenses el dinero, ¿qué pasa con la reputación de la compañía?”

La sala de juntas, nuevamente se llenó de murmullos.

Si la reputación de la compañía se veía afectada, naturalmente, conseguir proyectos futuros también sería difícil.

Jonathan miró a la persona que había hablado, y luego volvió su mirada hacia mí.

“Me divorciaré de Iris.”

Al escuchar eso, todos en la junta directiva se quedaron atónitos.

Yo, por mi parte, bajé la mirada, aferrándome discretamente a la mano que tenía debajo de la mesa.

Me dije a mí misma que, de todos modos, no era la primera vez, no había nada de qué entristecerse.

Pero aun así, no pude evitar temblar un poco.

Él había dicho, delante de todas estas personas, que quería divorciarse de mi…

Jonathan ignoró las miradas de los demás y se dirigió directamente a Mohamed.

“Abuelo, solo si me caso con la mujer que amo, no seré un desgraciado. Si demuestro que el hijo que Iris perdió no era mío, entonces tendría una razón para haberle sido infiel durante el matrimonio, por lo que los usuarios de internet no dirigirán todas sus críticas hacia mí y ni a la compañía…”

“¿Qué?” Pregunté levantando la mirada hacia él, incrédula.

En sus ojos había un atisbo de lucha y culpa, pero pronto se convirtió en determinación.

“Yo nunca quise casarme con ella, ella se me acercó. Ya que disfrutaste de los privilegios de ser la Señora Vargas y llevaste una vida de lujo, deberías aportar algo a la compañía, ¿no es así?”

Él me miró sin emoción alguna, solo con desdén en sus ojos.

“Iris, además, el niño en tu vientre definitivamente no era mío, de lo contrario ¿por qué más reservarías una cita para hacerte un aborto? No te hagas la inocente, fue un acuerdo mutuo.”

Capitulo 228