¡Adiós! MI ESPOSO SIN DESEO ( Odalys )
Capítulo 12

Capitulo 12

El silencio envolvió el interior del coche durante un largo rato. Gerson volvió la cabeza para mirarla y dijo con una voz gélida: “Porque eres fonta, tienes problemas en la cabeza y estás ciega“.

“Realmente lo soy…“, Odalys se rio con ironia. “¿Para qué perder el tiempo hablando con un cerdo?“.

Se giró para abrir la puerta del coche, pero él la agarró con fuerza, su rostro guapo estaba serio. Desde fuera, Ramiro, que no habla visto movimiento alguno, golpeaba la ventana con más y más urgencia: “Ody. ¿te ha pasado algo?“.

“Ody, ¿eh?“, la mirada del hombre llevaba un frio cortante. “Tan cariñoso te llama, y ni siquiera estás divorciada y te apresuras a ser infiel? Pero veo que tu habilidad para elegir hombres ha empeorado bastante…

Gerson casi rechinaba los dientes con la última frase, Ella no tenia ganas de explicar el malentendido causado por ese nombre; de todos modos, ya no Importaba: “Claro, siempre he sido mala eligiendo hombres, por eso me case contigo, ¿no es asi? Ramiro y yo somos solo amigos. Tú eres el sucio, no pienses que todos son como tu“.

Ella podia enfrentarse a él pero no arrastraria a personas Inocentes, no dijo que era un colega porque no queria seguir discutiendo con Gerson y, además, lo que deberlan estar hablando no era precisamente eso.

“Cuando tengas tiempo, vayamos al registro civil para tramitar el divorcio“.

Al oir que ella mencionaba el divorcio de nuevo, las cejas de Gerson se crisparon con fuerza, pero ella no se preocupaba por su expresión y continuaba: “Si lo que te preocupa es la cláusula de rescisión del contrato, puedo compensarte“.

No sabia cuál de sus palabras hablan irritado a Gerson, pero sus ojos casi lanzaban llamas.

“¿Tu nuevo amor sabe que eres una mujer casada? ¿Cuál sería su reacción si te viera haciendo cosas conmigo en el coche?“.

Odalys: ‘Maldición. ¿realmente está escuchando lo que digo?”

Pero al notar el destello de comprensión en los ojos de Gerson, el corazón de ella dio un vuelco.

Al momento siguiente, Gerson le demostró con acciones que no estaba bromeando, él agarró su cintura delgada y la atrajo hacia él, luego inclinó la cabeza’y la besó, aunque había un portavasos entre ellos, eso no detuvo las acciones del hombre, una de sus manos encontró el botón de ajuste del asiento, mientras la otra sostenia la cintura de Odalys. El asiento se reclino y ella quedó completamente presionada bajo su

cuerpo.

Odalys vio por primera vez a Gerson tan fuera de control, ella giraba su cuerpo en un intento de liberarse: “¡Sueltame!“.

Con su lucha, el coche también empezó a moverse, y el sonido de los golpes en la ventana se detuvo repentinamente; con ese panorama, jera dificil no malinterpretar la situación!

Odalys inmediatamente se quedó quieta, mirando fijamente a Gerson con los ojos rojos y los labios hinchados y rojos por el beso, pareciendo una victima de abuso. Al verla asi, la ira de Gerson también s disipó, y se tocó la frente con la mano: “Despidete de él, no te tocaré“.

se

En el momento en que se apartó, ella se arreglo rápidamente la ropa y el cabello desordenado, luego abrió la puerta y salió del coche, cerrando la puerta con un golpe fuerte.

Gerson: “…”

Ramiro, viendo que la puerta se abria, se hizo a un lado rápidamente: “Ody, ¿te ha molestado la persona del

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Capitulo 12

coche?“.

En el momento en que la puerta se cerró, vio al hombre dentro del coche, cuyos ojos brillaban con una luz apagada y profunda, como un lago oscuro y sin fondo. Y la ropa que llevaba el hombre, Ramiro la habla visto en revistas, valia al menos siete cifras, y ese coche valla mucho más, ese hombre no parecia en absoluto un conductor de taxi por aplicación.

Odalys sabia lo que Ramiro estaba pensando, pero simplemente negó con la cabeza: “No es nada, gracias. Ve a comer, yo me tengo que ir“.

Sin esperar a que el dijera algo más, paró un taxi, dio la dirección de su casa nueva y el coche se alejó, levantando polvo. Cuando regresó a casa, ella se fue al baño para darse una ducha. Al salir, llamó al abogado que habia preparado previamente su acuerdo de divorcio: “Abogado Saúl, con mi situación, ¿cuál seria la probabilidad de éxito si quisiera iniciar un proceso de divorcio?“.

“Si quiere la misma división de bienes que mencionó antes será muy dificil, el abogado Saúl tenia un recuerdo muy claro del caso de Odalys, primero por la enorme cantidad de bienes involucrados y segundo por la identidad de su esposo,

“¿Y si no se contabilizan los bienes?“. Para empezar, Odalys nunca había tenido la intención de obtener una parte de las propiedades de Gerson, y sólo lo había dicho para molestarlo.

“Eso depende de cuánto quiera divorciarse la Sra. Borrego, la demanda aún puede pelearse, pero si la Sra. Borrego no está de acuerdo, el tiempo se alargarà, si no hay violencia doméstica ni conflictos

irreconciliables, el juez suele mantener la paz y no concede el divorcio a la primera, y la apelación tendrá que esperar tres meses“.

Odalys pensó que la mayor razón por la que Gerson se aferraba a ella debía ser que fue ella quien presentó primero la demanda de divorcio, lo que le dolió en su orgullo, y que el momento era tan coincidente que era facil malinterpretar que Noelia era una amante. Sin embargo, sólo estaban casados en secreto, si iban a juicio, entonces todo el mundo sabría de su matrimonio, ¡y Noelia no se quitaría del todo el sombrero de ser una amante!

Por el bien de Noelia, Gerson aceptará el divorcio. Ella frunció los labios: “Abogado Saúl, primero ayúdame a redactar una carta de abogado para enviársela“, después de colgar, dejó escapar un largo suspiro.

El abogado Saúl fue rápido, y a primera hora de la mañana siguiente, Gerson recibió la carta del abogado. Ulises era el encargado de revisar primero las entregas a Gerson, y en cuanto vio aquella carta se sintió mal Efectivamente, en ese momento, la presión del aire en la oficina obviamente bajó varios grados, y miró la cara fria como el hielo del Sr. Borrego, y con recelo dijo: “Sr. Borrego, la Srta. Tovar podria no ir en serio“.

Gerson levantó la vista y le dirigió a Ulises una fría mirada de barrido: “Ve a averiguar qué ha estado haciendo Odalys últimamente“.

¿Qué clase de trabajo diurno habla encontrado o a quién se había subido que estaba tan segura de si misma que se atrevía a enviarle una carta de abogado?

No fue dificil averiguar el paradero de ella, y al mediodía Ulises ya tenía toda la información: “La Srta. Tovar trabaja ahora en el Estudio Solazul“.

“¿Solazul?*

“Es un estudio especializado en restauración de piezas de arte, muy conocido en ese circulo, se encarga de piezas dificiles de restaurar, y los que entran alli son talentos de primera, tesoros nacionales“.

Gerson frunció el ceño, no recordaba haberla visto jugueteando con aquello, pero parecía haberse graduado en alguna escuela de arte en la universidad.

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“¿Y ella restaura artefactos de arte?“.

“No, la Srta. Tovar está ahi dentro como limpiadora“.

En respuesta, Ulises se habia dado una vuelta personal y habia visto a Odalys barriendo los suelos con sus propios ojos, y por si acaso se equivocaba, habla pedido a alguien que se asegurara de que era ella la que trabajaba de limpiadora.

“¿Limpiadora?“, Gerson resopló, arrojando la carta del abogado de su mano. “En realidad es una mujer con diez dedos de frente que bastante ha hecho con estar de ociosa como para experimentar la vida, no deberia haberla mimado estos dos últimos años, dejándola correr todo el dia para llegar a fin de mes sin sentir el cansancio“.

Ulises: “…”

De hecho, el sentia que la Srta. Tovar estaba bastante agraviada en esos dos años, como esposa del presidente del Grupo Borrego, nadie lo sabía, aunque no fuera cierto, ella también tenía que hacer el trabajo de servir té y agua, y hacer varias cosas, e incluso la comida para llevar que se pedía se tiraba toda a la basura. Si se tratara de otra persona, ¡probablemente ya le habría partido la comida en la cabeza al Sr. Borrego!

“Ya esta“, despidiéndose de Ulises, Gerson marcó el número de Odalys.

Ella estaba en medio de un trabajo de restauración de precisión cuando el sonido de su teléfono vibrando casi haciéndola perder el control, ya de mal humor, la visión del nombre rebotando en la pantalla hizo que su humor se volviera aún más malhumorado, sabía por qué llamaba Gerson; a esas horas ya habría recibido la carta de su abogado. Cuando contestó al teléfono, la voz burlona del hombre sonó antes de que ella pudiera hablar: “Odalys, ¿sabes cuánto cuesta hoy la Capital?“.

“¿Qué?“.

“Me temo que ni siquiera puedes pagar el alquiler con tu pequeño sueldo de barrendera ordad?“.