¡Adiós! MI ESPOSO SIN DESEO ( Odalys ) -
Capítulo 9
Capitulo 9
Odalys estaba convencida de que seria una locura esperar a Gerson, pero subestimó la velocidad de los hombres. Apenas habia llegado a la puerta cuando vio acercarse una figura alta y erguida. El llevaba una camisa negra de corte ajustado y pantalones de traje planchados a la perfección, de rostro guapo y porte distinguido, destacando su arrogancia natural, buen aspecto y elegancia. Si se ignoraba su lado mujeriego, él podria ser la definición de un Adonis.
Ulises lo acompañaba, y en comparación, su aura de lider era innegable. En esos segundos de asombro de Odalys, él ya estaba frente a ella, su ceño fruncido era un claro indicio de su disgusto: “Sancho dijo que no volviste anoche, es cierto?“.
¿Habla ido solo para preguntarle eso?
Sancho no te pasó mi mensaje? No solo no regresé anoche, sino que tampoco pienso volver en el futuro“.
Odalys intento girar y marcharse por otro camino, pero Ulises la detuvo: “Secretaria Tovar, el Sr. Borrego sabia que estaba usted arriba y por eso subió“.
¿Y qué si era así? ¿Acaso debería estar eternamente agradecida? Ulises era uno de los pocos que conocía la verdadera relación entre ellos, y siempre se dirigia a ella como ‘Secretaria Tovar‘ o ‘Srta. Tovar. Después de tres años de ser como una nana para Gerson, ni él ni su entorno la hablan tratado como la Sra. Borrego, ni siquiera con la cortesia superficial.
Odalys, irritada por la interrupción de Ulises, lanzó una pregunta retórica: “Secretario Ulises, ¿sabes cómo se llamaba a gente como tú en la antigüedad?“.
¡Eunucos!
“Odalys“, la voz de Gerson contenía una ira reprimida. “Pelear un poco es el condimento del matrimonio, pero todo tiene un limite. No te llevaste la ropa, los zapatos, las joyas, ¿acaso esperas que yo te ruegue para que vuelvas? Ulises, ve a hacer una reserva para cenar“.
Tras dar la orden, se volvió hacia Odalys: “Cenaremos juntos esta noche. En la próxima exposición de joyas. escoge lo que quieras“.
Esa era la forma habitual en que Gerson la apaciguaba después de una discusión, con regalos, ropa, joyas. todo lo que el dinero podia comprar. Ella una vez se consoló pensando que simplemente era un hombre poco sensible, hasta que vio cómo trataba a Noelia:
Ella se rio sarcasticamente y le dijo con desprecio: “Esas cosas no las dejé, se las regale a Noelia, ¿no le gusta recoger lo que otros ho quieren? Esa basura es mi regalo de bodas para ustedes“.
Casilda intervino: “Sra. Borrego, realmente está malinterpretando a Noelia. Aunque le gusta el Sr. Borrego. nunca ha pensado en romper un matrimonio. Ella le pidió al Sr. Borrego que le ayudara a conseguir esa bolsa porque no es miembro de esa marca y no podía hacerlo. Si le gusta, podemos cedérsela, no tiene qué insultar a alguien llamándola amante“.
Si las putas zorras tuvieran un rango, la que tenia delante seria de primera clase.
Ya que la disputa se habia centrado en la compra de la bolsa, entonces tendría que ser asi, Odalys se giró con una sonrisa seductora: “Entonces, muchas gracias“.
Esa bolsa era realmente dificil de conseguir, y a Otilia seguramente le encantaria. Además, no tenía que pagar por ello, ¿por qué no aceptarla? En cuanto a Gerson, ¿qué más daba lo que él pensara?
Cuando él vio a la mujer dirigirse hacia la caja registradora, sujetó su muñeca con firmeza: “Deja de hacer escenas. Si te gusta, puedo pedir otra, no tardará mucho“.
Odalys sintió un escalofrio y sus ojos se humedecieron ligeramente, pensando en esos tres años de un matrimonio que parecia una viuder, en las múltiples heridas de su orgullo y luego en Noella, la favorita de su esposo; habla entendido el mensaje de Gerson: ‘Ese bolso era para Noelia, y ella no debia tocario“.
Ella estaba pálida, pero no dejó que el to notara, se airó y señaló casualmente un bolso de hombre a la vendedora: “Envuelvame ese bolso para caballero“,
Gerson apretó los labios, viendo que ella no se habla molestado y hasta le estaba comprando un regalo, su animo sombrio de los últimos dias mejoró un poco. Aunque, en realidad, a él no te gustaba ese bolso. Su voz se suavizó: “Esta noche vamos a cenar; le he pedido a alguien que vaya donde Otilia y te traiga tus cosas de vuella“.
Odalys no le presto atención y siguió preguntando a la vendedora: “¿Pueden incluir una tarjeta felicitación?“.
La vendedora asintió: “Si, claro“.
“Entonces escriba: Querido, feliz Dia de San Valentin“,
Los párpados de Gerson se contrajeron violentamente y sus dedos, que agarraban la muñeca de ella, se tensaron al preguntar: “¿Para quién es?”
Odalys respondió con indiferencia: “Para mi cita de esta noche“.
Ella sacó su mano con fuerza del agarre de Gerson: “Sr. Borrego, no hagas un escándalo, si te gusta puedo pedir otro, no tomará mucho tiempo“.
Escuchar sus propias palabras devueltas por ella hizo que Gerson sintiero que las venas de su frente saltaran, su mandibula estaba tensa y su contorno se veía más afilado.
La vendedora habla terminado de hacer la factura, pero no se atrevió a decir nada en esa situación, pero Odalys parecia no importarle nada, sacó una tarjeta y la pasó: “Pago con esta“.
La expresión del hombre se torno oscura, como si una capa de hielo lo cubriera: “Odalys, ¿crees que con tu salario de cuatro mil quinientos al mes puedes darte el lujo de comprar este bolso?“.
La tarjeta ilimitada que le habla dado antes, ya la habla cancelado, y aparte del gasto enorme en el hotel la noche anterior, ella no habia usado ese dinero en todo el año. Incluso si ahorrara esos cuatro mil quinientos al mes, sin gastar en nada durante un año, apenas acumularía algo más de cincuenta mil, ni siquiera suficiente para pagar la mitad de ese bolso. Pero para su sorpresa, el sonido de la aprobación de la tarjeta resono, y la impresora comenzó a emitir ruidos mientras Imprimla el recibo.
Odalys tomo la caja de regalo que la vendedora le entregó y se marchó. Gerson la miraba mientras se alejaba, sus ojos casi lanzaban chispas de furla.
Al salir del centro comercial, ella se sintió desanimada y, viendo que ya era tarde, decidió tomar un taxi hacia la tienda de antigüedades de Otilia, ésta no estaba ocupada en ese momento y al verla llegar, se levanto rápidamente para recibirla: “¿Qué haces aqui? ¿No dijiste que Ibas a cocinar carne asada para mi esta noche?“.
Odalys lanzó la caja de regalo que llevaba y se sentó en el sofá con cansancio: “No hablemos de eso, me trae mala suerte“.
Otilia, con sorpresa y emoción en sus ojos, tomó la caja de regalo: “¿Qué es esto? ¿Un regalo de cumpleaños para ml?“.
Odalys, con los ojos cerrados, respondió vagamente: “SI“.
Cuando Otilia abrió el paquete y vio el bolso para hombre, se desanimó y murmuró: “Aunque no creas que parezco una mujer, no necesitas recordármelo de esta manera“.
13-20
LEPILUL 2
Odalys comentó con tono indiferente: “Puedes regalárselo a tu novio“.
Otilia no queria responder.
¿Qué novio? ¿Los hombres del club contaban?
Odalys descanso un rato y, cuando su ánimo mejoró, contó lo que habia pasado en el centro comercial. Al escuchar que Gerson insistia en que Odalys volviera a vivir con él, Otilia encontró extraño el asunto y, tras un momento de silencio, preguntó con asombro: “Gerson, ese desgraciado, no se habrá enamorado de ti, ¿verdad?“.
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