Dejé de Amarte -
Capítulo 15
Capítulo 15
Alejandro llamó justo después, y Nieve se compuso antes de contestarle, su voz era suave como el agua, “Alejandro.”
“¿Qué pasa con ese video?”
“¿Qué video? Solo te estaba ayudando a limpiarte la cara porque estabas
borracho.”
Ella estaba segura de que no había cámaras en el pasillo cuando decidió culpar a Valentina con esa caida, ¡pero no esperaba que hubiera cámaras ocultas en el salón!
“¿Necesitas estar tan cerca para limpiar mi cara?” le preguntó Alejandro con descontento. “Además, desde la puerta, parecía que nos estábamos abrazando. No es de extrañar que Valentina pensara que nos estábamos besando.”
Nieve mordió su labio con fuerza, “Solo estaba limpiando tu cara. No sabía que Valentina vendría, mucho menos que me malinterpretaría.”
“Sabes que prefiero a las personas honestas.” Alejandro, sentado detrás de su escritorio, se tomó un momento para fumar, y le dijo con voz tranquila, “Ya pregunté, fuiste tú quien Je llamaran a Valentina al club. Querías que ella
viera eso.”
“Alejandro, yo no hice eso.”
“El gerente del club ya fue despedido. No vuelvas a hacer esos juegos.” Alejandro le habló con frialdad, “Después de todo, Valentina es mi esposa, y no quiero que malentendidos perturben la paz de nuestro hogar.”
“Aun así, ella no debería haberme empujado“, se quejó Nieve.
“Estuviste mal primero, no es culpa suya que reaccionara así. Dado que no te lastimaron, dejemos este asunto atrás.”
Nieve se sorprendió, jél estaba regañándola en vez de ponerse a su favor sin pensarlo!
Ella apretó el borde de su ropa, “Alejandro, ¿te has enamorado de Valentina?”
Alejandro le respondió sin dudar, “Estás pensando demasiado.”
Nieve suspiró aliviada, “Entendido, no volveré a hacer algo tan estúpido que te moleste.”
“Eso espero.”
“Alejandro, Valentina quiere divorciarse de ti, ¿es porque ya no quiere donarme sangre? ¿Todavía desea verme muerta, verdad?”
Alejandro tomó otro cigarrillo, “Ya estoy buscando al famoso médico Faro, para que te cure y ya no necesitarás depender de la sangre de Valentina. Podrás levantarte y vivir una vida normal.”
“Alejandro, eres tan bueno conmigo.”
Nieve colgó el teléfono, una sonrisa feliz apareció en su rostro.
Parece que se preocupaba sin razón, ¡cómo podría Alejandro enamorarse de una presidiaria como Valentina!
Pero hasta que su enfermedad esté curada, ¡se aseguraría de deshacerse de Valentina!
¡Haber ocupado el lugar de la Sra. Nortes durante tres años ya era demasiado bueno para Valentina!
¡Ese lugar, de ahora en adelante, solo podría ser de Nieve!
Valentina despertó con el amanecer, y al abrir los ojos, se encontró en la cama principal de Playa Celestial, frente a ella vio el rostro apuesto de Alejandro, que estaba dormido.
Bajo la mirada y vio que llevaba puesto un camisón de seda, su rostro se sonrojó inmediatamente.
Pero al sentir su cuerpo detenidamente, no había signos de malestar, lo que indicaba que Alejandro no la había tocado. Valentina suspiró aliviada internamente, justo cuando intentaba levantarse, el brazo de Alejandro se apretó aún más, forzándola a acercarse, sus rostros casi estaban tocándose.
“¿Ya despertaste?” la voz grave de Alejandro, ligeramente adormilada y seductoramente letal, le preguntó, “¿Dormiste
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Capítulo 15
bien?”
Valentina empujó su brazo, “Suéltame.”
Alejandro sonrió ligeramente, “Pero anoche no parabas de acercarte a mí.”
Valentina le respondió sin pensar, “¡Imposible!”
“¿Cómo que imposible? ¿No sabes lo apegada que eres en la cama?”
El rostro de Valentina se enrojeció hasta las orejas, “¡Eso fue antes!”
Solo en aquellos momentos de int.. ad intensa era cuando realmente sentía que él le pertenecía, por lo que solía
aferrarse a él con más fuerza.
Incluso después, ella lo abrazaba, rogándole que no se fuera.
Pero ahora todo era diferente, al recordar lo sucedido anoche en el club, se sentía completamente disgustada, por eso instintivamente lo empujó lejos.
“¿Todavía estás enojada?” Alejandro extendió su mano para tomar el celular de la mesa de noche y le mostró un video.
Valentina miró el video, quedándose sorprendida.
“No besé a Nieve, el video lo demuestra.” Alejandro la atrajo hacia él, susurrando en su oído con una voz baja y seductora, “Mantener tu cuerpo feliz ya es bastante trabajo, no tengo por qué ir a buscar fuera.”
El rostro de Valentina se tornó instantáneamente rojo como si fuera a sangrar, rápidamente lo empujó y corrió hacia el
baño.
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