Despidiéndose de mi amor
Capítulo 198

Capítulo 0198

Julio siempre fue firme en sus decisiones, y Adrian solo podía obedecerlo y hacer departamento legal preparara los respectivos

contratos.

que el

-Por cierto, señor, sobre el incidente de que tu cuenta personal fue hackeada esta madrugada, puede que no podamos rastrearlo de inmediato, ya que la dirección que usaron es virtual...

Al escuchar

reso, Julio frunció muy seriamente el ceño:

-Envíame todos los datos correspondientes de la investigación que tengamos hasta ahora.

-Así será.

Después de recibir los datos, Julio se dirigió a su estudio. Rápidamente tecleó en su ordenador y encontró la vulnerabilidad del otro lado, revelando así la verdadera dirección del hacker.

-Barrio Hiedra...

Mientras tanto, Oscar estaba en el baño de la guardería, apresurado escribiendo en el teclado, con gotas de sudor en su frente. Decidió abandonar la transferencia de dinero y en su lugar desvió su dirección.

Oscar se secó un poco el sudor de la frente.

-No esperaba que los secuaces de ese padre inútil fueran tan competentes. Este dinero no es tan fácil de conseguir, casi me descubren.

Afortunadamente, hoy no se sintió seguro y llevó su ordenador consigo. Julio solo pudo encontrar la ubicación general, el barrio

Hiedra.

-Se rindió de manera bastante rápida.

Estaba un poco confundido. Si era una empresa hostil, realmente no usarían métodos tan extraños. Le envió la dirección aproximada a Adrian:

-Investigala, asegúrate de encontrar a esta persona.

Julio no permitiría por ningún motivo que alguna amenaza siguiera existiendo.

Después de dejar claras todas las instrucciones, el desayuno llegó. Él bajó apresurado para desayunar con Silvia.

Ella aún no sabía que Oscar estuvo a punto de ser descubierto por Julio. Ahora, solo esperabal ver si quedaría embarazada ese-mes y cómo llevaría a Juan a un lugar seguro.

-¿Puedo ir a ver a Juan?-le preguntó Silvia con respeto, y luego explicó:

-Después de todo, es muy pequeño y no tiene a nadie más a su lado. Estoy muy preocupada.

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Después de su último cumpleaños, no había vuelto a ver a Juan.

La mano de Julio apretó los cubiertos con fuerza, recordando las palabras de su madre y su hijo. no nacido, así como a Luis. Recuperó de nuevo su habitual indiferencia.

No te preocupes, él está bien.

El personal en Quintas del Arroyo le informaba a Julio sobre la situación de Juan todos los días. Si hubiera algún problema, él sería el primero en enterarse.

La inesperada negativa de Julio dejó a Silvia con el corazón congelado, el desayuno en su boca perdió su sabor habitual al instante. Sus ojos se oscurecieron.

-¿No crees que estás siendo demasiado cruel?

-¿Y tú no crees que ya has ido demasiado lejos? Engañarme durante nuestro matrimonio y tener un hijo de otro hombre, ¿eso no es bastante cruel?

¡Si fuera antes, él ni siquiera habría permitido que ese niño viviera!

En ese aspecto, Silvia no tenía argumentos para contraatacar, ya que tenía que ocultar la verdadera identidad de Juan. Ella tuvo que dejar de lado su gran orgullo.

-Te lo suplico, déjame verlo. Realmente lo extraño mucho. ¿No dijiste que deberíamos actuar como un matrimonio normal?

Julio no sabía en ese momento por qué accedió. Por la tarde, llegaron a Quintas del Arroyo.

Juan estaba aburrido, tomando el sol

y viendo caer las hojas secas. De repente, sintió.

te sintio ua рoсo de miedon

miedo a morir. ¿Qué pasaría si él muriera? su mamá seguramente estaría muy triste.

Su

No quería ver a su mamá llorar.

La niñera que cuidaba de Juan y notó que, cuando estaba tranquilo parecía pequeño adulto con los ojos

llenos de grandes preocupaciones.

¿Mi pequeño, extrañas a mamá? -le preguntó la niñera.

Juan de inmediato cambió la expresión seria de su rostro.

-Señorita, ¿por qué el señor aún no ha venido a verme? ¿Acaso me odia y ya no quiere

ver a verme?

La niñera sintió un agudo dolor en lo profundo de su corazón. A pesar de lo estricto que era el señor, Juan todavía lo extrañaba.

-¡No puede ser! Acabo de escuchar al mayordomo decir que el señor y tu mamá están a punto de llegar.

Juan se iluminó al instante.

Finalmente, no tendría que quedarse

aque

acostado solo todo el tiempo."

¡Maldito papá, hoy te las verás por

dejarme solo aquí! The content is on

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