Diario de una Esposa Traicionada por Rocio H. Gómez
Capítulo 547

Capitu 547

Cuando al carre be detuvo en Chalist Chavel

evidente hasta la puerta de e

fantación del duele dir la villas ara

asa estaba abierta de par en par

Sin embargo, habla varios hombres vestidos de negro vigilando en el patie

La ira de David ya no pudo ser contenida, habla necesidad de hacerlo

“David”

“Presidente Guzmán!” Al ver a David bajar del auto, los hombres de negro lo llamaron respetuosamente.

Mr. Kestaba relajado, medio reclinado en el sofá con las piernas cruzadas sobre la mesa de café, todavia temblando inconscientemente, cuando vio a David entrar

con grandes pasos.

Sin esperar a que se enderezara, un puñetazo golpeó fuertemente su sien.

Era un golpe con intención de matar.

Mr. K, que tampoco era de los que tienen buen temperamento, estaba a punto de explotar, pero aun así tenía precauciones, solo se cubrió la frente y miró a David, maldiciendo: “¿Estás loco?”

“¿Yo loco?”

David presionó ferozmente la frente de Mr. K con una pistola, con una mirada venenosa y rugió en voz baja: “Creo que tú eres el que no quiere vivir! ¿Quién te dio permiso para dispararle? ¡Dije que no la tocaran!”

Apretó los dientes, como si alguien hubiera tocado su punto más sensible.

¡Deseaba estrangular al señor K en ese mismo momento!

Mr. K sabía que David se preocupaba por Cloe Coral, pero no esperaba que llegara a enloquecer por ella hasta este punto.

Conociendo sus métodos, no dudaba que David fuera capaz de dispararte y matarlo, Mr. K tembió y explicó: “Tú también estabas allí, sabes que no fue mi intención, ella corrió hacia mí como loca, y mi gente probablemente temía que hiciera algo, en un momento de desesperación fue que dispararon.”

“Bang-”

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La voz de Mr. K apenas había cesado cuando la pistola con silenciador hizo un sonido sordo.

Se estremeció por un momento, tardando

en darse cuenta de que el disparo

no había sido en su cabeza, sino en un margo de fotos que estaba en la sala.

La foto era de una niña pequeña, la bala le dio justo en el entrecejo, y el marco cayó al suelo.

David sonrió, pero la sonrisa no llegó a sus ojos. Golpeó la cara de Mr. K con la pistola y dijo: “Gl te atreves a tocarla de nuevo, la próxima vez, no dispararé a una foto.”

“TU..”

Mr. K respiró profundamente, un destello de temor cruzó sus ojos cansados, pero sonrió y dijo: “Ahora realmente no sé si encontrarte en Inglaterra fue una bendición o una maldición.”

David sonrió fríamente, “Solo necesitas saber que si no fuera por mí, todavía estarías mendigando en las calles de Inglaterra, aún como un criminal buscado sin poder regresar a tu país, y mucho menos tener todo este poder bajo tu mando.” “Kevin, no te atrevas a morder la mano que te alimenta.”

“¿Cómo me atrevería?”

Mr. K se frotó la sien dolorida y lanzó un cigarro a David, su mirada cayó sobre el brazo de David, “Con esas heridas, ¿la señorita Coral no te cuidó bien? Ella es demasiado fria…”

“¿A ti qué te importa?”

David, visiblemente molesto, mordió el cigarro, esperando que Mr. K le diera fuego antes de hablar con frialdad: “¿Dónde está el antídoto?”

“¿Qué antidoto?”

David frunció el ceño, “No juegues conmigo”

Mr. K se dio cuenta rápidamente y dijo: “Como habíamos acordado antes, los asuntos de la familia Monroy los manejo yo…

“También acordamos que no le harías daño.”

David interrumpió sombríamente, jugueteando con la pistola negra, “Romper el acuerdo una vez por persona, no es demasiado, ¿verdad? ¿O prefieres que te trate

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con tu propia medicina?”

“…¡Está bien!”

Mr. K sabía que estaba siendo amenazado y solo pudo acceder a regañadientes, ordenando a sus hombres que bajaran un frasco de vidrio negro del piso de arriba. David extendió la mano y el frasco fue entregado a él.

Mr. K entrecerró los ojos, astuto hasta en las arrugas de la esquina de sus ojos, “¿El presidente Guzmán planea usar este antídoto para ganarse el favor de la

señorita Coral?”

David dio una calada al cigarro, “¿Qué crees tú?”

“Probablemente no sea tan simple, ¿verdad?”