EI Centímetro
EI Centímetro 256

Capítulo 256

Víctor colgó el teléfono, suspiró y cuando dirigió su mirada hacia mí, su rostro se iluminó con una sonrisa

radiante.

“Siéntate, directora Gámez.” Víctor me hizo un gesto.

Apenas me senté, él suspiró y me dijo: “Hoy día es realmente difícil encontrar a un profesional altamente calificado.”

Algo había captado de su llamada y le pregunté: “¿Nos está faltando personal técnico?”

“Sí, justo ayer uno de los ingenieros del departamento técnico presentó su renuncia. Ya de por sí escaseábamos de este tipo de talento, y esto solo empeora las cosas.” Víctor movió la cabeza, mostrando una rara sensación de estar abrumado. Desde que entré a la empresa y lo conocí, siempre se le veía feliz y despreocupado, como si nada le preocupara ni le causara problemas.

“Ahora, la distribución de la fuerza laboral en nuestro país muestra una polarización, no nos faltan personas con estudios avanzados, nos faltan profesionales altamente especializados con experiencia práctica. No nos faltan trabajadores ocasionales, nos faltan aquellos dispuestos a trabajar duro en la línea de frente.” Comenté sobre la situación laboral actual.

Víctor asintió vigorosamente, levantándome el pulgar mientras decía: “Lo has dicho perfecto, directora Gámez realmente entiende tanto de negocios como de recursos humanos, es un verdadero talento multidisciplinario.” Solo pude sonreír ante el halago y saqué el contrato del que Jonathan había hablado diciéndole: “He revisado Ha información de esta empresa. Aunque es nueva, la estructura de su liderazgo y sus perspectivas de desarrollo son prometedoras, y están muy interesados en colaborar.”

Víctor tomó el documento y dijo: “Está bien, lo revisaré y luego decido.”

“¡Perfecto!” Asentí, recordando que tenía una cita con Sandra y que probablemente no podría regresar tan pronto por la tarde, así que aproveché para pedirle un permiso: “Señor Sierra, saldré al mediodía y regresaré tarde a la oficina.”

“Directora Gámez, en el futuro no hace falta que me informe sobre esto, usted decida lo que hace.” Víctor fue muy directo.

“¡Gracias!”

Me levanté para irme, pero Víctor me detuvo: “Directora Gámez, lo que mencionó sobre el mercado laboral, ¿conoce a algún profesional técnico que pudiera recomendarnos? Sería de gran ayuda.”

Inmediatamente pensé en Jorge, pero él tenía un trabajo estable y no podía pedirle que renunciara para ir allí, ¿verdad?

“Veré si hay alguien.” Le dije a Víctor, dejándole una respuesta abierta.

“Directora Gámez.” Ya estaba en la puerta cuando Víctor me llamó otra vez.

Me giré hacia él preguntándole: “¿Señor Sierra, algo más?”

Primero se rio y luego me dijo: “Directora Gámez, ¿no irá a una cita a ciegas, verdad?”

Yo no supe qué contestar.

“Solo era curiosidad, una mujer tan fermosa como usted, y además soltera, así que… je je…” En ese momento, Victor realmente parecía un poco travieso.

No podía sentirme molesta con él, así que no oculté nada: “No, no es una cita a ciegas.”

“Oh, ¡qué bueno!” La manera en que Víctor dijo eso me hizo pensar por un momento que tal vez él tenía algún interés en mí.

Aunque fuera muy atento conmigo, no había mostrado ninguna otra señal. Pero, independientemente de sus

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intenciones, era mejor aclarar ciertas cosas antes de que se complicaran más. Así que, agregué: “Actualmente no estoy soltera, ya tengo novio.”

Los ojos de Víctor se iluminaron de inmediato preguntándome: “¿Tienes novio? ¿Quién es?”

Esa pregunta me dejó sin palabras. ¿Acaso éramos tan cercanos? ¿Por qué actuaba como si fuera mi hermano mayor?

Justo cuando estaba pensando cómo evadirlo, alguien afuera preguntó: “¿Camila está aquí?”

Aproveché la oportunidad para no responderle a Víctor y sali: “Yo soy…”

Me quedé sin palabras al ver quién me llamaba, especialmente por lo que llevaba en sus brazos, quedándome completamente sorprendida.

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Capítulo 257