Capítulo387
Al día siguiente, en la sede de la Corporación Hernández. César entró apresuradamente en la
habitación.
-Señor Hernández, la información que me pidió que investigara… ¡Ah, ah, ah!
Las palabras de César se detuvieron a medio camino debido a su sorpresa.
Era demasiado tar de para intentar detenerlo.
El simplemente observó cómo Alejandro sacaba tranquilamente un postre de una caja sucia.
Crujido…
Alejandro abrió ampliamente la boca y dio un bocado, cerrando los ojos mientras saboreaba el
sabor con placer.
-¡Señor Hernández! ¡No lo coma, no lo coma! ¡Eso fue recogido de un basurero! ¿Cómo puede
comerlo? -César exclamó con ansiedad.
-Solo la caja está sucia, el interior está limpio-respondió Alejandro después de dar otro mordisco.
El sabor era en realidad bueno, pero lamentablemente, este pastel no fue hecho especialmente
para él.
Pensar en eso hizo que su lengua se sintiera áspera y su garganta amarga.
Cuando Clara solía hacer esto todos los días por él, no sabía cómo apreciarlo. Ahora que lo deseaba,
solo podía recogerlo literalmente de la basura.
Realmente, uno se vuelve más y más inútil con la edad.
-Entonces, ¿cómo fue la investigación? -Alejandro guardó el pastel restante y miró a César con
calma.
-Uhm… después de aplicarle un poco de presión, el informante finalmente soltó una pista importante.
-No te hagas el misterioso.
-El informante dijo que también recibió una foto del lugar de la boda de Ada Gutiérrez por mensaje privado en su plataforma. Fue solo un instrumento para revelar la información y ni
-Jaja, ¿enseñas algún tipo de clase en tu tiempo libre? -Alejandro levantó fríamente la mirada.
-¿Eh? -César se sorprendió.
-Una clase de tonterías prácticas.
Alejandro alzó una ceja: -Eso es todo lo que encontraste? Ni siquiera sabes quién está manejando
esto detrás de escena.
Creo que tu bono debería ser donado a quienes lo necesiten.
-¡Por favor, tranquilícese, señor Hernández! ¡Ya he rastreado la cuenta del remitente y aún no he
tenido tiempo de investigar! ¡Iré a investigar de inmediato! -César, al escuchar que iba a perder
dinero, se puso pálido. Aunque no tenía esposa, aún necesitaba ahorrar dinero para su futura
esposa.
-Tráeme la cuenta. Yo mismo la investigaré-Alejandro le hizo una señal a César.
-¿No debería preocuparse por este pequeño asunto…?
-Si te espero, ya habré perdido.
Alejandro frunció el ceño, y a pesar de su habitual calma, sentía cierta urgencia en su interior: –
Tengo que descubrir al cerebro detrás de esto antes de que los hermanos de Clara lo hagan.
La rivalidad inherente en los hombres estaba comenzando a aflorar.
-¡Señor Hernández, en mi vida he visto que se involucre personalmente! ¡Ahora puedo morir sin
arrepentimientos! -César estaba tan emocionado que casi comenzó a llorar.
-Exageras demasiado-respondió Alejandro con frialdad, flexionando los dedos.
Cuando estaba en la academia militar, también había estudiado el rastreo, contra rastreo, la
recopilación de información, el descifrado y otras habilidades especializadas. Sin embargo, después de convertirse en presidente de la Corporación Hernández, estas habilidades quedaron en desuso y comenzaron a olvidarse.
Cuando Clara era Irene, él también había utilizado su experiencia en hacking para investigar la identidad de los misteriosos hombres a su alrededor.
Pero no había obtenido ningún resultado.
Esto le había hecho entender que el circulo de personas alrededor de Clara no eran personas
comunes.
Sin embargo, esta vez, su oponente no debería ser tan poderoso. Si no podía descubrirlo esta vez,
perdería su dignidad como presidente.
Viendo la emoción de Alejandro, César lo miró con cariño y preguntó con una sonrisa: -Señor
Hernández, ¿me dirà la verdad? ¿Ha desarrollado sentimientos por la señora? ¿Se ha enamorado de
ella?
Alejandro lo miró friamente: -¿Tienes demasiado salario? ¿Quieres hacer caridad?
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