Capítulo394
-No puedes permitir que los demás descifren tus pensamientos a través de tus palabras y
acciones, eso es muy peligroso-advirtió Enrique.
-Entendido, papá… -Respondió Leona.
Enrique sacó su móvil y realizó una videollamada a Alejandro.
Al otro lado, en la pantalla, apareció el rostro severo y afilado de un hombre.
Leona apretó con fuerza el brazo de Enrique y actuó intensamente para mostrar el amor profundo
entre padre e hija frente a Alejandro.
Sin embargo, él la ignoró por completo y preguntó fríamente: -¿Qué asunto se trae aquí?
-Tu hermana ya ha llegado a un acuerdo con Ada. Solo falta que vayas a firmar el contrato- dijo Enrique con un tono autoritario-Ve a verla lo antes posible y firma el contrato.
-Ya se llegó a un acuerdo, no es necesario que intervengas-respondió Alejandro, curvando ligeramente los labios con desprecio. -Felicitaciones anticipadas a mi hermana, has robado un proyecto que puede ayudarte a prosperar de Clara. Dado que mi hermana es astuta y capaz, es apropiado que seas tú quien se encargue de firmar ese contrato tan importante. No te quitaré el protagonismo que te corresponde.
Leona estaba furiosa, sus ojos enrojecidos de ira. ¿Cómo salir de ese punto muerto si Alejandro no intervenía?
-Alejandro, Leona es tu hermana. Ya ha llevado las cosas hasta este punto y con mucho esfuerzo. ¿ No puedes ayudarla como hermano mayor? -Enrique dijo con voz profunda y una mirada de disgusto.
-Este asunto, sea exitoso o no, es responsabilidad de Leona. En este mundo no hay nada regalado. Por lo tanto, si hay dificultades, debemos enfrentarlas juntos; más si hay bendiciones, no podemos compartirlas-, respondió Alejandro.
Enrique enfureció: -Alejandro…
-Si realmente quieres resolver este asunto, quizás deberías intervenir personalmente. ¿Acaso como presidente de grupo Hernández, no puedes manejar algo tan simple? -insinúo Alejandro.
Antes de que terminara la frase, la pantalla se oscureció.
Alejandro cortó la videollamada de golpe.
En la casa de los Rodriguez, también había problemas.
Jimena habia estado compitiendo con la señorita de la familia García por la oportunidad de
organizar una subasta benéfica de joyas. Originalmente, había llegado a un acuerdo con el equipo
de Tomás, pero ayer recibió la repentina noticia de que Tomás había optado por los García.
Los esfuerzos de Jimena en los últimos días habían sido en vano, pasando todo el día frustrada, sin
ganas de comer ni beber. Jimena lo veía todo y lo odiaba en su corazón.
Sabía por qué Tomás había cambiado de opinión repentinamente, ¿no era para darle una lección a
Clara?
Jimena regresó a su habitación muy enfadada. Sin saber qué hacer, solo pudo llamar a su amiga,
Leona.
-No estoy de humor. Esta noche he quedado en el lugar de mi hermano para tomar algo. Ven y
acompáñame un poco-dijo Jimena.
-¡Ay! hermana, no me hables de eso. Yo tampoco estoy de muy buen humor que digamos-Leona
respondió. Luego le contó su frustración para firmar un contrato con Ada. -Aunque hemos arruinado la colaboración entre Clara y Ada, no he conseguido ninguna ventaja en mi lado. ¡Es tan
frustrante!
-No te preocupes. Ada simplemente no quiere admitir su derrota y está tratando de mantener su orgullo. Con el tiempo, se dará cuenta-respondió Jimena con desdén.
Jimena entró en su lujoso vestidor y acarició una tras otra las prendas de lujo con precios inalcanzables. Con tono indiferente, preguntó: -Han sucedido muchas cosas últimamente y tengo una sensación de frustración abrumadora. ¿Puedes organizar algo divertido, hermana, para que pueda ser feliz?
Leona se sorprendió por un momento, comprendiendo de repente el significado implícito en sus palabras, y sonrió con malicia: -No te preocupes, esta noche te aseguro que te divertirás al
máximo.
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