Capítulo621
Diego hizo una pausa, bajando su tono de voz. -Además, Pol es una persona con muchas más estrategias, de lo que
tú o yo podemos imaginar. Solo podemos ver una pequeña parte de él. Ha estado lejos de su tierra natal, durante
quince años y de repente regresó de Austria, luego se acercó repentinamente a ti. Clara, eres la señorita Pérez de
la familia, el futuro de todo el grupo KS está en tus manos. Tu estatus es muy alto, simplemente permanece
discreta. De lo contrario, mi hermana estaría en los pensamientos de todos los hombres en el país. No creo que Pol
sea cien por
ciento sincero contigo. No creo que no tenga un plan en mente.
Diego se mordió el labio inferior y continuó, -Para decirlo sin rodeos, en cierto sentido, este Pol ni
siquiera está a la altura de Alejandro.
-¡Hermano! – Clara sintió un apretón en el corazón y apretó fuertemente la taza en su mano.
-Al menos él, cuando se trata de la mujer que le gusta, lo da todo sin esconder nada― continuó
Diego,
-Es cierto, él lo dio todo por Beatriz- Clara dejó su taza con fuerza en la mesa, sus ojos enrojecidos. Incluso se unió
al ejército y se fue a la guerra después de que Beatriz lo dejó.
-Pero también hizo todo eso por ti, arriesgó su vida y sufrirá secuelas. Aún no sabemos si se
recuperará por completo- dijo Diego.
Clara sintió un escalofrío correr por su espalda, sus ojos se nublaron. -Eso es diferente.
-Clara, solías amar profundamente a Alejandro. No fue un error amarlo, ni estabas ciega. Todos sus defectos,
incluyendo el hecho de que no te amaba, estaban claros desde el principio. Fue cruel, pero al menos fue sincero. –
Diego suspiró y se inclinó hacia adelante, tomando su mano fría y temblorosa. -Al menos, Alejandro nunca te
mintió. Las personas que te aman pueden tener
muchos defectos, pero nunca te engañarán.
Clara sintió que su corazón latía con fuerza y bajó la cabeza, melancólica.
Después de despedirse de su familia, Clara y Aarón regresaron a la Ciudad de México. Cuando estuvieron a punto
de tomar la autopista, Clara habló en voz baja, -Ve a Villa Mar.
Aarón frunció el ceño ligeramente, peroobedeció. -De acuerdo.
Cuando llegaron a la casa de la familia Hernández, Clara no se puso en contacto directamente con
Alejandro, en su lugar llamó a Alba
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-Señora, para ser sincera, el señor no ha vuelto a casa en tres o cuatro dias- dijo Alba con preocupación. -Lo he
llamado varias veces y apenas contesta, cuando lo hace, su voz suena débil Le pregunté qué le pasaba y él dijo que
nada.
Clara sinuó un nudo en la garganta, como si una mano fuerte la estrujara.
-El señor ha sido alguien que piensa profundamente, y oculta sus preocupaciones. Siempre ha luchado en silencio,
incluso cuando estaba enfermo o preocupado por algo. No importa cuánto pregunte, él nunca dirá. Señora, ¿puede
ponerse en contacto con el señor? Tengo miedo de que le
haya sucedido algo malo- Alba sonaba al borde de las lágrimas.
-Alba, no te preocupes. Encontraré a Alejandro- Clara la tranquilizó con ternura.
Alejandro, incluso si no veía a nadie más, nunca se dejaría ver de ella. Después de terminar la
llamada con Alba, Clara reflexionó por un momento y llamó a César.
-César.
-Clara, ¡buenas noches!
Cada vez que Clara llamaba, César respondía con un tono amigable, pero esta vez sonaba nervioso.
-¿Dónde está Alejandro? No ha estado en casa, ¿dónde está escondido? – Clara frunció el ceño,
mostrando su molestia.
-Alejandro está en un viaje de negocios fuera de la ciudad- dijo César.
-César, te recuerdo que, si me mientes, las consecuencias pueden ser graves- Clara habló con
una voz sombría y amenazante.
-Señora, le he dicho la verdad. Aunque mañana me despida, debo decir la verdad- César parecía al borde de las
lágrimas. -Por favor, venga a ver a Alejandro. Su estado es realmente preocupante.
Temo que algo malo le pueda pasar si continúa así.
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