Capítulo692

En este punto, Julio solo pudo darle consuelo de esta manera: -Desde que nuestra clínica Pérez se asoció con la

clínica López, ahora es el hospital líder en tecnología médica a nivel nacional.

Nuestro hijo recibirá el mejor tratamiento del país aquí y seguramente superará el período de

peligro en muy corto tiempo.

Fernando frunció el ceño y dijo: -¿Qué significa ser el número uno a nivel nacional;Nuestra clínica

Hernández también es muy prestigiosa!

Este viejo siempre se jacta en todo momento, nunca quiere perder.

Justo en ese momento, se abrió la puerta de la sala de emergencias.

Dos de los mejores especialistas en traumatología cerebral del país salieron apresuradamente, con

expresiones bastante sombrías.

Clara se puso nerviosa por completo.

Quería correr allí de inmediato, pero sus emociones la retuvieron por completo, impidiéndole dar

un paso.

—¡Doctor, doctor! ¿Cómo está mi nieto? — Enrique, apoyando a Fernando, se precipitó de inmediato.

Clara miró las piernas temblorosas de su abuelo y su corazón le dolía como si se estuviera

rompiendo en mil pedazos.

-La condición del Señor Hernández es muy preocupante en este momento y todavía está en grave

peligro su vida -dijo el médico con un semblante especialmente grave.

Un estruendo, estremeció como un fuerte trueno a los miembros de la familia Hernández. ¡

Fernando casi se desmayó en el acto!

Enrique se puso pálido y balbuceó: -¿Cómo… cómo puede ser esto?

-Si la lesión en la cabeza del señor Hernández fuera la primera vez que sufriera un golpe, sería

relativamente fácil de manejar. Pero le hicimos una tomografía computarizada y descubrimos que

tiene una antigua lesión cerebral. Es decir, en el pasado ya había sufrido repetidos golpes en la

cabeza y hay coágulos de sangre en su cerebro que aún no han sido eliminados por completo.

-¿Una antigua lesión? -Fernando no podía creerlo. -Mi nieto ha sido criado como un tesoro. ¿ Cómo podría tener

una antigua lesión? ¿Quién se había atrevido a tocar a mi nieto?

Clara sintió que su corazón se aceleraba repentinamente. Todo quedó claro para ella.

Cuando era la esposa de Alejandro, siempre lo había ayudado con la acupuntura para tratar sus problemas de

cabeza. Pero cada vez que intentaba indagar más sobre su enfermedad, él se mostraba impaciente y no decía

nada al respecto, que habría detrás de ese silencio de Alejandro.

Entonces, ¿había sufrido una lesión grave en la cabeza durante su estancia en Israel? ¿Sería por

esto qué presentó problemas en la cabeza?

-Ahora el coágulo sanguíneo se ha desplazado y está presionando el nervio cerebral. Si no se extrae el coágulo,

existe el riesgo inminente de muerte cerebral. -Las palabras del médico

realmente asustaron a la familia Hernández.

El corazón de Enrique se hundió mientras Fernando casi se derrumbaba en los brazos de su hijo.

-¡Increíble! Tan joven… ¿Cómo llegamos a este punto? ¡Dios mío! -Ema comenzó a llorar

desconsoladamente, mientras limpiaba sus lágrimas y acusaba deliberadamente a Clara,

Señorita Pérez, él se divorció de ti. ¿Cómo te atreves a seguir persiguiéndolo? ¡Han estado casados

por tres años y él nunca te ha maltratado! ¿Por qué no puedes dejarlo en paz? De una vez por todo.

-Incluso ignoró mi cumpleaños para ir a celebrar el de la señora Hernández. Pero ahora está en un

estado crítico y no se sabe que pueda suceder. ¡Estás deliberadamente impidiendo que Alejandro

tenga una vida completamente feliz alejado de tí!

-Señora Hernández, ¿qué estás diciendo? -Diego siempre ha sido tranquilo y educado en público,

pero no podía soportar ver a su hermana sufrir injustamente. Se adelantó con una expresión seria

y dijo: -Este matrimonio es una deuda de Alejandro con mi hermana. Ustedes en la familia

Hernández saben cómo ha tratado él a mi hermana. Ahora, estamos preocupados por la lesión del

señor Hernández, pero no aproveche esta situación para difamar a mi hermana e intentar

retratarla como una persona injusta, porque no se lo permitiré.

-Señora Hernández, si dice una palabra más, no puedo garantizar qué diré o qué haré. Julio

aceptó en secreto y se acercó para estar detrás de Clara, brindándole un apoyo sólido.

Ema sintió un escalofrío en su corazón, pero aprovechando que Fernando estaba enojado, reunió valor y dijo a

regañadientes: -¿Acaso lo que dije está mal? Háganse esa pregunta ustedes mismos. Durante estos días en los que

Alejandro ha estado enredado con su hermana, ¿ha existido algo bueno en absoluto? ¡Tu hermana está haciendo

esto a propósito para acosar a Alejandro!

-¡Estás equivocada! Fue mi nieto quien acosó a Clara. ¡Cállate! No sabes lo que dices, así qué ¡

Ema mostró una expresión incómoda, como si hubiera derramado una paleta de colores, su rostro estaba rojo,

blanco y verde, como un arcoíris, así que de la vergüenza por lo dicho agachó la cabeza.

-Médico, ¿qué debemos hacer ahora con mi hijo? ¿Cuándo despertará? -Enrique ya no se preocupaba por Clara,

solo se preocupaba por la seguridad de Alejandro.

Su hijo mayor estaba casi al borde de la muerte, y solo le quedaba este hijo sano. No deseaba que le

sucediera algo, ya que no tenía sucesor

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