Capítulo 724

Diego saludó ligeramente y luego extendió su mano derecha limpia con una sonrisa indulgente en

los labios.

-Clara.

-Aquí estoy. Baja por favor

Tras una respuesta delicada y agradable, una figura con piernas esbeltas y unos tacones altos,

salió lentamente del coche. Su vestido negro ondeaba mientras caminaba, y su piel era tan blanca

que parecía reflejar la luz. Cualquier hombre que viera esas piernas sentiría que su sangre se

aceleraba y su corazón latía más rápido de lo normal.

Clara colocó su delicada mano sobre la palma de su hermano mayor mientras salía del coche.

-¡Señorita, buenas tardes!

Clara saludó ligeramente y dijo: -Gracias a todos por esperar. Hace frío afuera, así que entremos.

Cuando los hermanos entraron ante la vista de todos, se convirtieron instantáneamente en una

vista impresionante que hizo que todos exclamaran su admiración.

-¡Es tan hermosa! Clara es mil veces más hermosa en persona que en la televisión.

-De hecho, incluso con un hombre tan guapo como el señor Pérez a su lado, solo puedo ver a

Clara. Es tan hermosa que incluso una mujer podría enamorarse de ella.

Inicialmente, algunas personas tenían dudas sobre Clara antes de que revelara su rostro. Sin

embargo, después de mostrar su rostro, ganó una ola de seguidores.

-¡Bienvenida, señorita!

Los ejecutivos de ambos lados se inclinaron en saludo, mientras Clara y Diego avanzaban juntos,

sin prestar atención a las miradas de admiración, ingresan lentamente al hotel.

-¿Quieres que te muestre el grupo y te familiarices con el entorno? – Diego inclinó su apuesto

rostro hacia ella y le preguntó en voz baja con una tierna sonrisa.

-No es necesario. Quiero ver la oficina que preparaste para mí, hermano Diego-respondió Clara

mientras entrecerraba sus hermosos ojos y, aprovechando que nadie la estaba mirando, le picaba

el brazo con la punta del dedo.

Diego giró hacia ella, con sus oscuros ojos fijos en ella y una expresión suave en su rostro.

-Está bien.

Diego guio a Clara en dirección a su oficina, con Aarón siguiéndoles,

-¡Diego! ¡Clara!

Ambos hermanos detuvieron sus pasos al escuchar su nombre.

Se pudo ver a un hombre de mediana edad, vestido con elegancia y con una sonrisa radiante, avanzando

rápidamente hacia ellos. Le seguían su secretaria y varios subordinados.

-Tio Segundo-saludó Clara con una sonrisa suave pero sincera.

El hombre de mediana edad que se acercaba hacia ellos tenía una sonrisa amable y un porte distinguido. Era el

único hermano menor de Julio y actualmente vicepresidente de la junta

directiva del grupo KS, Urbano Pérez.

Aunque Urbano no poseía la apariencia impresionante de su hermano mayor, tenía una presencia destacada. En

comparación con la reserva y la presión que Julio ejercia en público, Urbano parecía mucho más accesible, siempre

llevaba una sonrisa en el rostro, eran muy agradable.

-Clara, ha pasado un largo tiempo. Estás cada vez más hermosa-comentó Urbano mientras

examinaba a Clara, mostrando una sonrisa de sorpresa.

-Ha pasado mucho tiempo, tío Segundo. Te ves más joven y con mejor espíritu cada día-

respondió Clara con cortesía.

-Clara, tu lengua dulce sigue siendo la misma que cuando eras niña-bromeó Urbano.

Luego, dirigió su mirada hacia Diego y continuó: -Diego, veo que se están dirigiendo en esta dirección. Es para

llevar a Clara a ver su nueva oficina, ¿verdad? Sí, claro muy cierto.

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