Ni en la muerte -
Capítulo 14
Capítulo 14 El primo de Camila.
Clotilde dio un paso atrás y esquivó el intento de Helena de abofetearla, respondiendo inocente
-Simplemente no queria que se desperdiciara la comida.
-¡Arrrg! ¡Niña asquerosal ¿Por qué no te mueres de una vez? -Helena empezó entonces a gritar a los sirvientes, ¿Están todos ciegos? Esta estúpida se ha vuelto local ¡Atenla ya!
De repente, los sirvientes entraron en acción y rápido agarraron a Clotilde, pero todos habian olvidado que Clotilde era muy fuerte. El abuelo de Clotilde queria que aprendiera la técnica de la Aguja de Energia que se transmitia de generación en generación entre los Santillana, asi que la obligó a entrenar la Energia que la ayudaría a aprender esta técnica. Entrenó su energia todos los días y se hizo muy fuerte.
Cuando los vio venir, Clotilde volcó la mesita de mármol con una sola patada:
-IA ver quién se atreve a tocarme!
El cristal se hizo añicos por todo el suelo, haciendo que todos los presentes se quedaran boquiabiertos. Helena se quedó mirando a Clotilde con ojos enormes, como si no supiera quién era, preguntándose estaria poseida.
La mayoría de los demás tenían los mismos pensamientos que Helena, pero Clotilde no esperó a que reaccionaran. Se paró en medio de la sala y continuó hablando con una sonrisa!
-¡Señora Santillana, no se olvide, Camila todavía está esperando que yo escriba la tesis que la calificará para esa universidad! Las dos tesis anteriores que obtuvieron premio fueron todas escritas por mí y ésta es la última que falta, io prefiere que esta vez me ponga en huelga?
Helena estaba tan furiosa que casi se le salian los ojos de las órbitas. Nunca esperó que Clotilde se diera la vuelta y la chantajeara. A Clotilde le hizo tanta gracia su cara embadurnada de salsa, que siguió riéndose y dijo:
-Bueno, podrías atarme, o incluso matarme, pero te garantizo que, si me tocas un solo cabello, no escribiré esa última tesis. (No sabes lo capaz que es en realidad esa hija tuya? (Segura que quieres luchar conmigo?
Helena quiso hacer otro movimiento, pero se detuvo al pensar en lo que había dicho Clotilde. Era dificil garantizar una plaza en la universidad a la que quería enviar a Camila, asi que no se atrevió a tocar a Clotilde. Clotilde escuchó el ruido de un auto que se acercaba y esbozó una sonrisa escalofriante.
-No has arreglado el asunto de anoche, ¿verdad? Tu invitado está aquí, y vas a recibirlo con este aspecto? -Ejercia una presión invisible con cada palabra, y habia algo aterrador en su forma de sonreir. Helena sintió que su corazón estaba a punto de pararse y se vio incapaz de decirle nada más.
Gritó a los criados:
-Dense prisa y despejen el lugar! Mi invitado está aqui.
Resolver lo ocurrido la noche anterior era lo más urgente, lya se ocuparía de Clotilde más tarde! Miró por última vez a Clotilde, se dio la vuelta y subió a cambiarse. Los sirvientes intercambiaron miradas y se apresuraron a ordenar el lugar. Era la primera vez que veian a Clotilde atreverse a enfrentarse a Helena en todos sus años de trabajo.
bakin adivinada qolán tanuleis. Arī mana irmá neianin ui armas
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Capitulo 14 El primo de Camila
Los sirvientes trajeron rápido una nueva mesa de café y una nueva cafetera
Lectura terminada
Valentin Lozano entró y vio a una joven con una coleta alta y un elegante vestido, tranquilamente sentada en el sofá blanco. Sus rasgos eran exquisitos y desprendían un aire apacible, como el de las damas de los antiguos cuadros de la realeza. Sin embargo, en ese aire apacible habia una especie de atmósfera espinosa, y aquella dama no era tan fácil de intimidar como parecia. Era dificil imaginar a alguien con suavidad y picardía al mismo tiempo.
Cuando lo escucho entrar, Clotilde no se levantó para recibirlo, sino que se limitó a mirarlo. Valentin se sorprendió al ver que tenía unos ojos muy especiales, cada pupila brillaba y estaba llena de misterio, tan hermosos que casi dejo de respirar. Pero al mismo tiempo sintió una extraña sensación en el pecho y pensó:
Ojalá su mirada no fuera tan fria.
Clotilde acertó: si aquella pareja de madre e hija necesitaba a alguien que hiciera callar a aquellos dos hombres, Valentin seria su mejor opción.
-Tome asiento. -Clotilde le sonrió, pero él se quedó allí congelado, como si no supiera quién era ella, así que no tuvo más remedio que presentarse-: Soy Clotilde. A juzgar por su expresión, no me recuerd tch?
Valentin se quedó estupefacto por lo bonita que era su sonrisa, y de repente se dio cuenta de lo que acababa de decir.
-¿Clotilde? (Ella era Clotilde?-.
Valentín arrugó la frente de forma inconsciente. Era primo de Camila por parte de la familia de Helena, así que, naturalmente, habia visto a Clotilde antes. Los Lozano eran una familia muy acomodada, y aunque no eran tan ricos como los Farias, seguian siendo una de las familias más importantes. Ese tipo de familia nunca habria permitido que su hija se casara con la Familia Santillana.
Pero Helena era hija ilegitima de los Lozano, así que, por el contrario, habia contraido matrimonio. Valentin era un heredero legitimo de los Lozano, asi que, por derecho, estos dos no deberian haber tenido ningún trato entre si. Pero a Helena se le daba muy bien ganarse el favor de los demás, así que, a pesar de haber nacido en circunstancias tan despreciadás, se aseguró de hacerse lo más pequeña y humilde posible
ante los Lozano.
Camila también era una excelente zalamera, siempre llamaba a Valentin su primo como si se tratara de un hermano mayor, y como Valentin no tenía una hermana menor, estaba más que encantado de tratarla como a una hermana menor de verdad, ya que siempre le parecia encantadora.
Valentin había escuchado muchas historias de Camila sobre cómo Clotilde siempre la intimidaba desde que eran jóvenes, y la habia visto de lejos varias veces, y pensaba que esa chica siempre era muy callada y grosera. ¡Pero esta vez parecia una persona completamente diferente!
Valentin tenía una mirada curiosa: trabajaba para la policía y era muy precavido cuando se topaba con algo sospechoso, era parte de su trabajo.
-Así que eres tú… -Su actitud se volvió rápido fria y formal–¿Dónde está mi tia? ¿Y Camila?
Clotilde le sirvió una taza de té. En todo el salón sólo estaban los dos, y estaba muy tranquilo.
-De repente tienen algo entre manos, asi que me han dejado aquí para entretenerte. Bueno, agente Lozano, los Farias enviaron anoche a dos sospechosos de asesinato a su comisaría, ¿verdad?
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Capitulo 14 El primo de Camila
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Lectura terminada
En cuanto mencionó su trabajo, Valentin se puso de inmediato en guardia y sus ojos se pusieron alerta.
-Ese caso implica a varias partes y está en plena investigación, ¿por qué lo pregunta?
Clotilde sonrió.
-No estés tan nervioso. -Tomo un sorbo de té y continuó con tranquilidad-. Sus feos actos se descubrieron anoche porque los of hablar de lo que habían hecho y los desenmascaré delante de todos. La Señora Farias no me dejó ir a la comisaria para protegerme, pero pensé que debía hacérselo saber.
Los rasgos afilados de Valentin se volvieron de repente serios.
–
-¿Quieres decir que lo escuchaste con tus propios oídos?
Clotilde asintió.
-No entiendo por qué, de repente, hablan de sus crimenes y tú lo oyes por casualidad. Lo que es aún más desconcertante es por qué los Farías te ocultarian cuando supuestamente eres la testigo principal.
-Es porque… iban a violarme cuando ocurrió. La voz calmada de Clotilde sorprendió a Valentin, i que sonrió continuo-: No se salieron con la suya. Para proteger mi reputación, no testificaré. Puesto que han encontrado el cadáver, no importa si testifico o no. El mayor problema es, ¿por qué esos dos hombres me eligieron como su victima?-Una luz brilló brevemente en sus ojos-, Por eso te ha llamado hoy. Si necesitara que alguien hiciera callar a esos dos, tú serías la persona adecuada a la que llamar.
Valentin entendió de inmediato lo que estaba insinuando.
-Intentas decir que mi tía los contrato para hacerte daño?
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