Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
Niña en sus ojos Reina en su tierra Capítulo 36

Capítulo 36

Después de un breve estupor, la clase que habia estado en silencio por aproximadamente un minuto se llenó de murmullos de discusión.

“Profe Patricio, ¿me dice dónde está mi asiento?” Jazmin soltó la pregunta sin importarle la reacción de los demás y se giró hacia Patricio, que estaba a su lado con una expresión rigida en el rostro.

Fue en ese momento cuando Patricio finalmente creyó que la nueva estudiante, que parecía tan tranquila y educada, era realmente una chica problemática. La información del expediente era correcta.

Jazmin se dirigió hacia el último asiento de la fila, sacó todos los libros de su mochila de un tirón y los metió en el cajón del pupitre; incluso la mochila negra acabó dentro. Luego sacó un antifaz para los ojos y tapones para los oidos, se los puso, y ante la mirada atónita de todos, se tumbó sobre el escritorio para dormir.

Los estudiantes de la clase F estaban en shock al ver que ella se había atrevido a dormir en clase de una manera tan descarada. ¿Y venía incluso con tapones para los oídos y antifaz?

La nueva estudiante era demasiado audaz.

Ni siquiera Loreto, el más rebelde de la clase, habia llegado tan lejos.

Claro, Loreto también dormía en clase, pero al menos fingia con un libro, para mantener las apariencias.

“¡Carajo, esta transferida es más descarada que Loreto!”

“Debe ser la jefa de alguna escuela a la que pertenecia, siento que Loreto va a perder su trono.”

Había varias chicas en la clase que estaban coladas por Loreto.

Al ver a Jazmín, que era muy bonita, ya la envidiaban de entrada

Y ahora que Jazmin se habia sentado junto a Loreto, estaban aún más molestas, aunque era el único asiento libre en toda la clase.

Unas cuantas se juntaron para regodearse: “Bah, Loreto odia que se sienten a su lado, por eso ese asiento siempre ha estado vacio, ¿Quién se cree que es Jazmin? No pensará que por ser bonita va a ser la excepción.”

“Cuando Loreto vuelva y vea que alguien ha ocupado su espacio, va a explotar. ¡Ya veremos cómo la ponen en su lugar!”

“Jaja, la primera clase es con la Maléfica. ¿Y esta chica se atreve a dormirse en su primera clase después de transferirse? ¡Que se prepare para el castigo!”

Jazmin, con sus tapones puestos, no escuchaba nada.

Se habia tumbado sobre el escritorio y en poco tiempo, ya estaba dormida.

Dentro del auto, Elio estaba sentado con las piernas cruzadas y una postura desenfadada, apoyado en el asiento de cuero negro. Con un codo descansando casualmente en el reposabrazos del asiento.

Vestido con una camisa blanca y pantalón negro, Elio tenia una cara hermosa y distante. Después de leer atentamente un informe que acababa de recibir, su mirada fría se posó en un par de lineas que le parecieron interesantes y se detuvo por unos segundos antes de sonreir ligeramente.

10:43

Capítulo 36

“¿Una chica sola mandó a varios compañeros más altos y fuertes que ella al hospital? ¿Estás seguro de que la información que investigaste es correcta?”

Hablando a través de una videollamada.

Después de revisar el informe y entrar a la interfaz de la llamada, la cara atractiva y educada del hombre apareció en la pantalla. Su cuestionamiento hizo que el hombre del otro lado frunciera el ceño descontento, “Elio, por favor, no cuestiones mi profesionalidad, ¿está bien?”

“No te dejes engañar por la apariencia de esa niña. ¿Sabes cuántos tipos grandulones han terminado en el hospital por su culpa en estos últimos años? Te sorprenderías si te lo digo, te parecería más increíble.”

*¿Sabes que el día que se fue, apenas se había ido y los aldeanos de Aguas Cristales ya estaban celebrando con un banquete su partida?”

“¿Sabes por qué celebraban? Porque sus hijos finalmente estaban a salvo y no tenían que preocuparse de ser golpeados de nuevo.”

“¿Oh?” Elio se mostró intrigado y con una sonrisa en los labios, su voz era profunda y seductora, “¿Tan feroz es la niña?”

El hombre en el otro lado de la videollamada luchaba por contener el temblor en su boca: “Dime, Elio, ¿no tienes curiosidad por saber de dónde sacó una niña de dieciséis años esas habilidades para dejar a un grupo de hombres adultos sin oportunidad de defenderse?”