Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
Niña en sus ojos Reina en su tierra Capítulo 399

Capítulo 399

Mientras el Sr. Sevilla le echaba un vistazon Elio, Ello también lo observaba con curiosidad.

Miraba el rostro del Sr. Sevilla, sintiendo que le resultaba familiar, pero no lograba recordar dónde lo habla visto antes.

El Sr. Sevilla, pasando los cincuenta, hablaba con Jazmin como si fueran amigos de toda la vida, a pesar de sus diferencias de edades.” Además, mencionó que Jazmin habia vuelto finalmente a Paxsi.

¿Entonces, Jazmin habin vivido antes en Paxsi?

Y al parecer, tenía varios amigos alli, no era tan solitaria como Elio había pensado.

Eho escuchaba su conversación sin cambiar su expresión, pero sus ojos se movieron ligeramente,

Parecía que los secretos de

le Jazmin eran cada vez más profundos que lo que Isidro habla descubierto.

¿Cuántos más secretos guardaba ella, esta chica de solo dieciocho años?

Era como un enigma, uno cada vez más intrigante y que deseaba resolver por sí mismo, sin que nadie más lo supiera.

Después de que el Sr. Sevilla terminara de ponerse al día con Jazmin, levantó la vista hacia el dueño del lugar, boquiablerto, y el cliente, ambos con la boca abierta de asombro, mirando fijamente al Sr. Sevilla.

Cualquiera que hubiera estado un tiempo en el mundo de las antigüedades reconoceria al Sr. Jerónimo Sevilla.

Era un reconocido experto en antigüedades, incluso habia sido invitado como especialista en el programa de Yelmo TV. Además, habia sido director de varios museos nacionales de renombre y profesor de arqueologia en una universidad prestigiosa.

En resumen, tenia un curriculum impresionante.

El vendedor y el cliente reconocieron al Sr. Sevilla de inmediato.

Al ver la expresión del vendedor, el Sr. Sevilla, con determinación, le dijo: “¿Sabes quién es esta chica a mi lado? ¿Cómo te atreves a ofendera, acaso quieres que haga cerrar tu tienda?”

El vendedor cambió su expresión inmediatamente, pero con confusión le respondió: “¿Ella? ¿No es solo una estudiante?”

“Ja“, se burló el Sr. Sevilla. “Ella es una joven prodigio en el mundo de los antigüedades, es una experta en identificar tesoros arqueológicos. Sus ojos son más precisos que cualquier instrumento de identific

“Si ella dice que tu broche es falso, ¿todavia te atreves a discutir?”

El vendedor se quedó de nuevo con la boca abierta.

Miró sorprendido a Jazmin que, a pesar de su apariencia juvenil y casi infantil, el Sr. Sevilla la habia llamado una experta en antigüedades.

Si cualquier otra persona hubiera dicho eso, él no le habría creido ni una palabra.

Pero viniendo del Sr. Sevilla.

Cuando Santiago entro, escuchó claramente todo lo que el Sr. Sevilla habia dicho.

Se detuvo en seco, sorprendido por sus palabras.

Hasta estaba más impactado que el dueño del lugar.

¿Qué había dicho el Sr. Sevilla?

¿Que Jazmin era una experta en antigüedades? Jazmin, una joven prodigio?

¿De qué estaba hablando el Sr. Sevilla?

Aunque entendia cada palabra, todo le parecía tan confuso.

Cuando Santiago entro, Jazmin lo vio.

Un destello de sorpresa apareció en sus ojos, pero rápidamente volvió a su expresión habitual.

Por otro lado, Santiago, aún impactado, parecia completamente perdido, con la mirada vacia, como si todavía no pudiera creer lo que acababa de escuchar