Capítulo 593

Kaspar apretó los labios, pasaron unos segundos antes de que esbozara una sonrisa y girara la cabeza: “No te estoy mintiendo. Aparte de ti, nadie más ha ocupado el asiento del copiloto.”

“Oh,” le respondió Jazmín con indiferencia, sin añadir nada más.

Kaspar observó su reacción y pensó: “Mejor no esperar que Jazmín reaccione como lo haría cualquier otra mujer.”

No era la primera vez que la conocía.

Su reacción era la esperada.

¿Elio estaba tras Jazmín?

Kaspar no pudo evitar soltar una risita.

Elio no estaba al nivel de ella.

*

Al llegar al hospital.

Jazmín le hizo una llamada a Santiago para preguntarle por el edificio específico de donde estaba ingresada Magda, el piso y el número de habitación.

Ya en el ascensor.

Kaspar, viendo a Jazmín apoyada en una esquina, quien tras contestar la llamada irradiaba un aura de frialdad y su expresión se volvió indiferente, le preguntó: “¿Estás segura de querer romper todo lazo con la familia Alcaraz?”

“¿No quieres pensarlo un poco más?”

Él pensaba que Jazmín era una persona con una fortaleza mental a prueba de todo.

Parece que no era así.

No era que no le importaran sus padres biológicos.

Llegar al punto de cortar lazos probablemente fue resultado de una profunda decepción.

“No hace falta, ya lo he pensado bien,” le dijo Jazmín, claramente estaba de mal humor. Kaspar, siendo un abogado de alto calibre, era un desperdicio usarlo para este tipo de trabajo. No tenía de qué preocuparse,

Viendo que Jazmín.no estaba de ánimos, Kaspar le hizo un par de preguntas más pero no insistió.

Iba a romper lazos con sus propios padres, probablemente nadie estaría de buen humor en su posición.

*

El ascensor llegó al sexto piso y se detuvo.

Al salir, Jazmín vio a Bosco esperando afuera. Al verla, dio un paso adelante, su rostro mostrando una expresión complicada: “Jazmín, viniste.”

Jazmín le respondió con un indiferente “Mmm“.

Bosco pareció querer decir algo más, pero entonces vio a otra persona saliendo del ascensor.

Capitulo 593

Era un joven de aspecto apuesto y aire distinguido, aparentemente de unos veinticuatro o veinticinco años, llevando un portafolio negro en la mano.

El hombre se paró al lado de Jazmín, hombro con hombro.

Bosco se quedó pasmado por un momento: “Jazmín, él es…”

“Mucho gusto, soy Kaspar.”

Kaspar nunca antes había visto a Bosco, pero inmediatamente adivinó quién era.

Extendió su mano hacia Bosco con cortesía y le dijo: “Soy el abogado representante de Jazmín. Vine a manejar el asunto de la separación definitiva de ella con sus padres.”

El rostro de Bosco cambió de inmediato.

El abogado de Jazmín…

Kaspar…

Ese nombre le sonaba familiar, y tras pensar un poco más, su rostro se transformó, tornándose extremadamente sombrío.

Con sorpresa en sus ojos, le dijo: “¿Eres el Kaspar Estavillo que nunca ha perdido un caso? ¿El segundo hijo de la familia Estavillo, que podría heredar billones si no fuera por su carrera como abogado?”

El mismísimo Kaspar que, si tomaba un caso, garantizaba una victoria.

¿Cuántos casos aparentemente perdidos los había convertido en victorias?

Kaspar sonrió levemente, una sonrisa tanto elegante como noble: “Exactamente.”

“Jazmín, ¿en serio contrataste a Kaspar solo para cortar lazos con nuestra familia?” Bosco se enfadó, apretando los puños, sintiendo cómo la furia ardía en su pecho.

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