Todo por amor novela (Victoria Selva y Alejandro Calire) Completa -
Todo por amor Capítulo 120
Capítulo 120 Aprovecharse
-¿Se someterá a la cirugía en dos días?
Claudia apretó el teléfono, pero no pudo ocultar la felicidad y la emoción en su tono. Al final, Griselda iba a someterse a la cirugia. -La gran señora Calire no hará otro truco, ¿verdad?».
-Excelente. Estoy segura de que la cirugía de abuela saldrá bien.
-Gracias.
-Ale, ¿recuerdas lo que te dije ese día? -preguntó mientras estaba de buen humor-. ¿Puedo ir el día de la cirugia de la abuela? No te preocupes. Me quedaré afuera de la habitación y me iré poco después. Tampoco necesito que me lleves. Iré a dar un vistazo. ¿Puedo?
Sin embargo, solo se encontró con silencio. Después de algo de tiempo, él comentó con voz
grave:
-No quiero accidentes, Claudia.
Tras escucharlo, se quedó paralizada.
-¿A qué te refieres?
-La abuela necesita tiempo para recuperarse después de la cirugía.
Entendió a lo que se refería. Sin conciliarse, se mordió el labio y dijo:
-Pero no planeaba exponerme. Solo estaré allí como tu amiga. Dado que se someterá a la cirugía, solo voy a visitarla por preocupación. ¿Ni siquiera puedo hacer eso? Quizás podría estar feliz de verme.
-Claudia, no es una cirugía menor.
La mujer se tranquilizó y se tomó algo de tiempo para recuperarse.
-Lo siento, Ale. Tienes razón; fui egoista. Lo lamento… Estaba demasiado ansiosa per visitar a la abuela porque estoy preocupada por ella. No fui lo bastante considerada.
-Solo concéntrate en tu recuperación. -Eso fue todo lo que Alejandro le dijo.
Sin más remedio, Claudia cortó. Luego, se mordió el labio y le dijo a Elena que entrara.
-Tengo buenas noticias.
Tenia
que hablar con Alejandro por teléfono antes, así que le dijo a Elena que saliera de la habitación. Francamente, su amiga no estaba feliz con eso. Le había ofrecido mucha ayuda a Claudia, así que ¿cuál era el problema de que escuchara su conversación? De todos modos, eso no era importante. No se atrevió a hablar, por lo tanto, solo esperó en silencio afuera de la
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habitación.
.
-¿Qué sucede?
-La abuela de Ale tendrá la cirugía, asi que supongo que será mañana. —Claudia se tomó el dobladillo de la camisa de la emoción-. Después de la cirugía, Ale se divorciará de Victoria. No tendría que preocuparme, ¿verdad?
-Por supuesto. Elena sonrió con suficiencia-. Eres su salvadora, érecuerdas? Siempre estará agradecido contigo.
Tras escuchar la palabra -agradecido-, Claudia se sintió un poco insatisfecha. A fin de cuentas, ella no solo quería su gratitud. Ante ese pensamiento, bajó la mirada y murmuró:
-Pero si solo está agradecido conmigo…
-¡De ninguna manera! -replicó Elena de inmediato-. A juzgar por cómo te trata, dudo que solo esté agradecido contigo. No te preocupes. Solo está temporalmente cegado por Victoria y es un error común que comenten todos los hombres. Una vez que ella lo deje, enfocará toda su atención en ti.
-Si. Gracias, Elena.
Claudia levantó la cabeza y le dedicó una dulce sonrisa a su amiga-. Estos dos días serán cruciales. Debes ayudarme a vigilar a Cristóbal y evitar que haga algo impulsivo. De lo contrario, nuestro plan fracasará.
Elena casi se habría olvidado de eso, si su amiga no lo hubiera mencionado. Una vez que salió de la habitación, llamó a Cristóbal.
-Tienes que estar preparado para atacar dentro de estos dos días.
Una vez que Griselda saliera de la cirugía, ¿qué sentido tenía quedarse con Victoria? Era probable que el motivo por el cual Alejandro la siguiera consintiendo fuera para montar un espectáculo frente a Griselda.
-¿No dijiste que sería demasiado pronto si atacábamos a Victoria? ¿No haria que las personas malinterpretaran a Claudia? -preguntó Cristóbal.
-¿No dije eso hace unos días atrás? ¿Cuántos días han pasado?
-¿Un par de días es una gran diferencia?
-¿Lo harás o no? Si aceptas el trabajo, te enviaré los detalles mañana. -Cristóbal guardó silencio cuando Elena habló de manera tan agresiva. Ella esperó un poco de tiempo, pero no obtuvo respuesta, así que entrecerró los ojos. ¿Darás marcha atrás ahora, Cristóbal? Resulta que solo eres un hablador. Sabía que los hombres como tú nunca son sinceros. ¡Lo único que hacen es fanfarronear! Pensé que eras diferente.
Él se puso nervioso al instante.
-¿Quién demonios te dijo que daré marcha atrás? ¿En verdad piensas que no puedo golpear a
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una mujer? -respondió en tono de disgusto.
Elena se sorprendió por su repentino estallido de emociones, así que le tomó algo de tiempo
recomponerse.
-C–crei que ya no querías ayudar a Claudia, así que…
-La ayudaré, pero a ti no, así que será mejor que seas amable cuando me hables o no me culpes por darte una lección a ti también. ¿Entendido?
Después de cortar, solo tenia un pensamiento en mente: mafioso. Cristóbal era un mafioso y el hecho de que Claudia fuera su amiga la conduciría a su fin. A pesar de eso… era un buen candidato para aprovecharse. A fin de cuentas, si en verdad hacia algo impulsivo por su mal genio, podrían culparlo con facilidad y nadie lo cuestionaria. Su personalidad y antecedentes eran suficientes para que diera la impresión de que no era una persona agradable.
Al día siguiente, Victoria casi no durmió en toda la noche, por lo tanto, decidió despertarse temprano e ir en el mismo auto que Alejandro. Mientras desayunaban en la mesa del comedor, él notó que ella se veia más pálida que el día anterior. No solo eso, sino que ni siquiera parecía tener apetito para desayunar. Cada vez que tomaba el tenedor y se llevaba comida a la boca, volvia a dejarlo después de pensar en algo. De esa manera, repitió los mismo movimientos muchas veces. Al final, Alejandro no pudo evitar preguntar:
-¿Quieres desmayarte por tener niveles bajo de azúcar cuando la abuela está en el hospital?
Tras escucharlo, Victoria dejó de lado sus pensamientos y notó que no había comido ni un bocado mientras que el plato de Alejandro ya estaba vacío.
-No estés nerviosa. El doctor Suria es un médico experto. No tendría que haber problemas. Alejandro la tranquilizó.
-Está bien. -Victoria forzó una sonrisa-. Lo sé.
Sin importar que lo sabía, su cuerpo y corazón no estaban de acuerdo con la declaración. Al final, solo logró comer un bocado bajo la supervisión de Alejandro. Antes de irse, Héctor le préparó un batido de plátano y avena e incluso le agregó un poco de miel.
-El señor Boreal es en verdad considerado -Lo elogió Victoria.
-Eso es porque eres como una niña que necesitan que la cuiden -comentó Alejandro con las
manos sobre el volante.
Ella se sorprendió un poco ante ese comentario. Una vez que se divorciara, él ya no la cuidaria de esa manera, ¿verdad? Mientras estaba en trance, de repente, sintió que la miraban con desden; lo cual la sofocaba y le causaba escalofrios. De manera inconsciente, miró en una determinada dirección. Habían llegado a la entrada de la compañía y la dirección en la que miraba era exacto donde estaba el denso bosque.
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