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Miriam contraatacó de inmediato, “¿Si no eres tú, entonces quién más? ¿Cómo podría ser falso el video?”

Jasmina se plantó frente a mi, señalándome con el dedo.

‘La figura y el rostro son los tuyos, ya todo el mundo en internet lo ha visto, ¡Qué vergüenza para los Vargas!”

Roberta, por su parte, me apartó a un lado, enviándome señales con la mirada.

“Tris, sé que eres una buena chica, estoy segura de que no haría algo así, zacaso hubo algún malentendido? ¿O será que alguien te ha tendido una trampa?”

Ella era la única con la cabeza clara en esa casa, lanzando miradas significativas. hacia Miriam. Después de todo, en esa villa, ¿quién no sabía lo que realmente. estaba pasando? Solo que cada quien tenía sus propios planes.

Mohamed se mantuvo en silencio todo el tiempo, mirándome fijamente.

Jonathan, de pie a mi lado, abrió la boca pero no dijo nada.

En ese momento, al darme cuenta de que la única que salió en mi defensa fuel Roberta, quien tenía sus propias intenciones, me reí de mí misma, irónicamente.

“Puedo probar mi inocencia.”

“Iris, no pensarás que solo con encontrar algunos testigos y videos, podrás demostrar que la de ese video no eres tú, ¿verdad?”

La voz sarcástica de Miriam sonó, y de nuevo sentí náuseas.

Conteniendo mi disgusto, tomé una profunda respiración y comencé a quitarme la chaqueta y luego a desabotonar mi camisa.

Roberta, instintivamente, me agarró la mano, “Iris, ¿qué estás haciendo…?”

Luego, siguiendo la dirección de mi escote, vio la cicatriz de una operación en mi pecho. Solo entonces, lentamente soltó mi mano y le lanzó una mirada furiosa a

Miriam.

Roberta se apartó, yo solo había abierto la mitad de mi escote.

En ese entonces escuché qun sirviente inhalar sorprendido, Jasmina me señaló, incapaz de articular palabra, mientras que Mohamed cerró los ojos. Jonathan tardó unos segundos en reaccionar, y rápidamente me cubrió con la chaqueta.

Miré a todos a mi alrededor, sin emoción alguna, y dije: “Todos deben haber visto el video, ahora pueden comprobar que no soy yo, ¿verdad?”

Dijo apretando los puños y acercándose a mi furioso, como si todo fuera mi culpa. Le sonrei, ¿cómo es que aún tenia el descaro de preguntarme?

Te llamé, pero no contestaste. Es más, te pedi dinero, y tú, por un corte en la mano de Miriam, me dijiste que me largara. Cuando me operaron, ustedes dos parecian haber vuelto a nuestra casa, incluso le corripraste su pastel favorito. Después, al parecer también le compraste un collar de diamantes o unos pendientes, no lo recuerdo”

Mi mirada se posó en el cuello de Miriam, realmente era un hermoso collar de diamantes.

Luego miré a Jonathan de nuevo, “Solo fue una cirugía, lo peor que podía pasarme era morir en la mesa de operaciones, claro que eso no era tan importante como estar con tu amante.”

Realmente quería burlarme de él, pero cuando hablé, sonó completamente indiferente porque estaba declarando hechos.

Durante meses de recurrencia del cáncer, Jonathan tuvo muchas oportunidades de notar que algo andaba mal conmigo, pero nunca lo hizo.

¿Por qué? Porque no le importaba.

Nadie en la familia dijo una palabra, pero Jonathan, me miró con los ojos rojos..

Roberta preguntó con cuidado, “¿Qué cirugía fue? ¿Como es que esas heridas son tan grandes?”

“El nódulo de la glándula parótida estaba bastante grave, el doctor dijo que fue por estrés.”

Esa era la excusa que había encontrado desde un principio, de todos modos, todos sabían que yo era la señora Vargas con el temperamento de un prado verde, siendo enfurecida hasta ese punto, parecía razonable.

“¡Maldito sea! Jonathan, tú, tú…” Mohamed lanzó directamente la taza de té que tenía delante sobre Jonathan.

Miriam, quien estaba a su lado, bajó la cabeza y frunció los labios, sin saber qué decir.

“Abuelo, no, Iris, escúchame, en ese momento yo…”

“¿Todavía tienes la cara para dar explicaciones?

Mohamed estuvo a punto de golpearlo, pero los demás lo detuvieron rápidamente.

Yo, en cambio, me encogí de hombros hacia él, “A estas alturas, es bueno hablar las cosas. Hoy, frente a todos, lo diré una vez más, Jonathan, divorciémonos. Ya que vas a tener un hijo con esa y la familia Vargas también ha aceptado a ese niño, entonces debería hacerme a un lado.”

Luego giré la cabeza hacia Mohamed, quien respiraba pesadamente, e inclinándome profundamente, dije, “Señor, lo siento, no cumplí tus expectativas. No importa quién sea la futura señora Vargas, ya no quiero ese puesto. Lo que le debo a la familia, lo pagaré más adelante, pero primero tengo que salvar mi vida. Si siguen incriminándome así, realmente moriré.”

Después de aclarar las cosas, me sentí mucho más aliviada. No iba a cargar con algo que no me correspondía. En cuanto a lo que la familia Vargas tenía que aclarar, tampoco me involucraría.

Después de todo, difamarme era difamar al Grupo Vargas, el principio de compartir la gloria y la desgracia lo conocían mejor que nadie.

Cuando me di la vuelta para irme, Roberta intentó detenerme, pero al ver mi expresión, también se detuvo.

Justo antes de llegar a la puerta, volteé a ver a Miriam, quien lucía exultante.

“Miriam, ¿cómo sabías que el video se grabó en el salón privado del restaurante?”

Al ver su rostro palidecer, los demás se mostraron algo sorprendidos, luego, inmediatamente la miraron furiosos. Yo simplemente sonreí, abrí la puerta y me

fui.

En ese momento, qué hacer dependía de la familia Vargas. Si aun así la protegían, no tenía nada más que decir, nuestro destino juntos había terminado, y había saldado mi deuda.

Escuché a Jonathan llamándome desde atrás, pero ya no quería escucharlo.

Conduje su auto directamente a casa y comencé a empacar mis cosas.

Antes, hablar de divorcio era imposible por varias razones, pero en ese momento, parecía que finalmente podría divorciarme.

En cuanto a lo que le debía a Jonathan… Dejarlo para que el Grupo Vargas no se vea afectado, ¿no era ese el mejor agradecimiento?