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Ultimas 109

Capítulo 109

Tu callate!”

Jonathan, el dueño de ese lio, no dejó que Miriam me tocara ni un pelo.

“Ocupate de esto.” Dijo dándose la vuelta hacia Cecilia Rios.

Luego me levantó en brazos y nos fuimos del hospital.

Jonathan!”

Mucha gente se nos quedó observando, en ese momento sentí que la cara me ardia, e intenté empujarlo.

Pero él me sujeto aún más fuerte.

“¡Si te mueves te beso! ¡Atrévete a moverte!” Dijo mirándome nervioso.

Acomodándome la peluca, le devolví la mirada.

“¡Mi peluca se va a caer en cualquier instante!”

El se quedó parado por un momento, y luego levantó un poco más mi cabeza, pero sin soltarme.

Durante el trayecto al auto, se mostró claramente molesto.

Por un rato, ninguno de los dos dijo nada, hasta que finalmente arrancó.

“Ese niño no era mío.” Casi llegando a casa, soltó esa frase sin más.

Solo pude responder con un “mmm“, sin decir nada más.

Ya no importaba si era su hijo o no, de todas formas, ya había sido abortado.

Miriam, habiendo perdido su mayor ventaja, seguramente estaba al borde de la locura.

Solo de pensar en sus ojos rojos de ira me daba miedo.

Jonathan estacionó, e inmediato cerró con llave las puertas del auto.

“Iris, no voy a reconocer a se niño, le dije al hospital que quiero una prueba de ADN.

En ese momento lo miré, no entendia a que venía todo eso.

Si el ya habia estado con Miriam:

era suyo?

podía estar tan seguro de que ese niño no

Con una vida inocente perdida, no veía el sentido de hacer una prueba de ADN.

Volviendolo a mirar, noté que parecia bastante insatisfecho con mi reacción.

“Iris, si el niño no es mío, tomaré acciones legales.” Dijo suspirando. profundamente.

“Yo te protegeré, no permitiré que te vuelvan a lastimar, lo juro.”

“¿Sabes por qué la gente jura? Porque no pueden cumplirlo, quienes realmente pueden, nunca lo hacen.” Comenté mirándolo sin expresión alguna.

Acto seguido, desbloqueé la puerta del auto y me bajé.

Sabia que él no me dejaría irme así como así, así que subí directamente a casa.

Pensé en ir directamente a la habitación de invitados, pero él me siguió y me puso un collar alrededor del cuello a la fuerza.

“Iris, ya te dije una y otra vez, no voy a divorciarme. Este es tu regalo de

cumpleaños, no puedes simplemente deshacerte de él, y definitivamente no me lo puedes devolver.”

Él se fue enfadado, cerrando la puerta tras de sí. En ese momento, sentí que el collar pesaba aún más.

Pensé que con los Vargas por allí, Miriam no podría causar mucho revuelo.

Pero estaba equivocada, a la mañana siguiente, una llamada de Estrella me despertó bien temprano.

Después de un rato hablando sin parar, finalmente entendí que otra vez estaba en el ojo del huracán.

Alguien había filtrado que yo, la señora Vargas, había empujado a la amante hasta hacerla abortar, y que ella quería morir conmigo en el hospital.

El

que editó el video solo mostró cuando me acerqué a ella, y el momento en el que comenzó a sangrar.

Luego, se filtró el video de Miriam lanzándose encima mío.

La esposa oficial, la amante, el aborto, tirones de cabello…

Todos los clichés que a todos les encanta ver, estaban en una sola filtración, por lo que fue imposible no causar revuelo.

Pensando en el caos que habría en la oficina, me levanté rápidamente para prepararme y acompañar a Jonathan a la empresa.

2/3

Nada más al llegar, nos encontramos con Zaida y otro policía veterano en la oficina.

“Iris, señora Moreno, Miriam ha presentado una denuncia alegando que usted la agredió intencionalmente, causando su aborto, necesitamos que venga con nosotros a la estación para que nos ayude con la investigación.”

Zaida tenía el rostro impasible, y su uniforme le daba un aire aún más solemne.

Pero sus ojos me dijeron que, una vez más, había problemas.

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