Ultimas
Ultimas 233

Capítulo 233

Cuando me di la vuelta, me encontré con sus ojos, los cuales reflejaron cierta culpabilidad, y en ese momento, supe que Diego tenía razón al sospechar.

Jonathan había sufrido daño cerebral, però no ese daño no había afectado sus nervios, lo cual elevó las posibilidades de que Chiara hubiera intervenido de alguna manera. Pero ella era realmente astuta, no solo había logrado engañar a todos, sino también a los médicos durante los exámenes.

Jal Vez, como ella dijo, hasta los cielos estaban de su lado, brindándole esa oportunidad

Al ver que no respondía, repetí mi pregunta, “¿Le harías daño a Jonathan? Anteriormente, una de sus amantes lo envenenó, el veneno tomará tres años en ser completamente metabolizado por su cuerpo. Para salvarme, él también fue afectado por la radiación de los minerales.”

“¿Estás tratando de presumir cuánto te ama?”

Ella se levantó de golpe, mirándome con rencor.

“¿Y qué sí es así? ¡Él ya no lo recuerda!”

1

“Chiara, su cuerpo no puede soportar más daño, ya sea físico o mental.”

No quise ser demasiado directa ni clara al hablar, sabía que eso la irritaría.

Después de todo, habíamos vivido juntas en la universidad durante cuatro años, conocía bien su temperamento.

Como esperaba, al oír sobre la condición de Jonathan, reflexionó un momento y luego asintió seriamente.

“Si te retiras, y él me es fiel solo a mí, prometo no hacerle daño.” Dijo mirándome sin emoción alguna, luego se dio la vuelta para irse.

“Chiara, ¿y sí él recuerda todo? Si vuelve a ser el Jonathan de antes, ¿puedes prometer que no le harás daño?”

Al escuchar mi voz, se detuvo un momento y luego se marchó sin mirar atrás.

Suspiré, parecía que no iba a dejarlo en paz.

Su amor tenía condiciones.

Quería que yo no existiera, me consideraba una bomba de tiempo entre ella y Jonathan

Quería que él solo la amara a ella, a nadie más.

Incluso si despertaba, tenía que serle completamente leal solo a ella.

Pedia demasiado.

Si él lo recordaba, entonces ella estaría dispuesta a destruirlo.

Cuando Violeta llegó al hospital a buscarme, todavía estaba sentada en la silla.

“Diego dijo que no podía encontrarte, y que tampoco contestabas el teléfono, ¿qué pasa?”

Ella me agarró apresuradamente para levantarme, pero yo me quedé paralizada en mi sitio.

No sabía qué más sería capaz de hacer Chiara, mi mente estaba en blanco, incapaz de pensar en una estrategia.

Violeta frotó mis manos, diciendo “Iris, ¿cuánto tiempo has estado sentada aquí? Vamos, regresemos a la habitación.”

“¿Habitación?”

“Diego dijo que te haría un tratamiento de fase, ¿olvidaste el medicamento que ha estado investigando? Ah, no puedo explicarlo bien, solo ven conmigo.” Ella casi me arrastró de vuelta a la habitación.

Era la misma habitación VIP en la que había estado antes, por lo que al verla, sonreí amargamente.

“Ya casi rento esto por un año.”

“Si pudieras estar sana y salva, pondría un letrero en la puerta que diga ‘Exclusivo de Iris‘

Ella era generosa, pero rápidamente negué con la cabeza.

No quería vivir en el hospital para siempre, por muy buena que fuera la habitación, no se comparaba con la libertad del exterior.

Diego ya se había quitado la bata de médico, y parecía listo para irse.

Al nota mi rostro pálido, chasqueó la lengua.

“¿Te apresuras a reportarte en el más allá?”

Violeta lo empujó, pero él siguió mirándome con descontento.

“Iris, dijiste que querías agradecerle a Violeta, ¿no? Colabora bien con mi tratamiento, registra los datos y considera eso como tu buena acción. De esta forma, en tu próxima vida podrás reencarnar en algo bueno. Bueno, firma aquí, esto es para un ensayo clínico de un nuevo medicamento, necesitas firmar un contrato. Pero tranquila, ya ha sido probado en el extranjero por mucho tiempo, los efectos secundarios deberían estar dentro de tu límite de tolerancia, y los resultados del tratamiento son buenos. Mirando el contrato, en donde decía que requeria hospitalización, me senti algo indecisa

Con la situación de la familia Vargas, si me hospitalizaba, temia que Jonathan se convirtiera en el blanco de todos.