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Ultimas 274

Capítulo 274

La situación de Jonathan parecía no ser muy buena, aunque estaba despierto, sus ojos reflejaban un vacío profundo.

Al escuchar mis pasos, giró la cabeza mecánicamente, y en sus ojos apareció un destello de luz.

“Iris.”

Su voz era ronca, y sus ojos comenzaron a humedecerse.

No sé si recordó algo, pero yo simplemente me quedé en silencio al lado de su cama, mirándolo.

Durante ese tiempo él había adelgazado mucho, ni el suplemento nutricional más caro podía mantenerlo saludable por siempre, y su rostro lucía mucho más demacrado.

Su garganta se movió como si intentara decir algo, pero al final no dijo nada.

Así nos quedamos, mirándonos el uno al otro, ya sin emociones en mis ojos.

“Iris, lo siento, en ese momento realmente no podía recordar nada. Mi mente estaba nublada, lo sabes, ¿verdad?”

Lo vi intentar sentarse con esfuerzo, pero no lo ayudé, solo asentí con la cabeza.

Si su mente estuvo nublada fue por mi culpa, quizás no debería haberlo culparlo, pero tampoco podía perdonarlo.

“Iris, entonces, me perdonarás, ¿Verdad? Realmente confundí a Chiara contigo, el médico me dijo que ella me había dado algunos medicamentos que me generaron alucinaciones. Iris, lo siento, de verdad lo

siento.”

Al final, comenzó a llorar.

Ya ni siquiera recordaba cuando había sido la última vez que lo había visto llorar, pero realmente parecía desolado.

Quise acercarme y abrazarlo, pero sentí como si estuviera pegada al suelo.

Después de lo que pareció una eternidad, finalmente, con voz ronca, dije, “Jonathan, lo siento, todo fue por mi culpa, lo entiendo.”

Él levantó la cabeza abruptamente, y sus ojos llenos de esperanza.

“Entonces, me perdonarás, ¿Verdad?”

“Lo siento.”

Fue lo único que pude decir, sin saber qué más añadir

No podía perdonarlo, tampoco podía perdonarme a mi misma.

Estábamos muy cerca el uno del otro, pero ya no podíamos tocarnos.

Jonathan abrió la boca, pero al final no dijo nada.

Me di la vuelta para irme, y justo cuando toque la manija de la puerta, Jonathan de repente gritó desesperado.

“Iris, ¿por qué me haces esto? ¿Por qué siempre te vas? Iris, ¿por qué no te enojas? ¿Por qué no me gritas diciendo que todo fue mi culpa? ¿Realmente no te importo? ¿Acaso siquiera te importó nuestro

Capítulo 274

hijo? ¡lris!”

Mientras derramé lágrimas en silencio, sus acusaciones resonaron detrás mío.

“Lo siento.”

Luego de dejar esas palabras atrás, salí por la puerta

Mohamed todavía estaba en la puerta, así que ignorándolo, me alejé rápidamente del hospital.

En el momento en el que me subí al auto, finalmente rompí a llorar sin consuelo.

Sabía que no debería culpar a Jonathan, pero ¿a quién podría culpar?

El chofer, viéndome llorar tan triste, me pasó un pañuelo.

“Jovencita, la vida, la muerte, la enfermedad, todo eso es inevitable, no te entristezcas tanto. Mientras estén vivos, trátense bien, así cuando se vayan, no tendrán remordimientos.”

Al verme salir del hospital, seguramente pensó que alguien de mi familia estaba enfermo.

No le di explicaciones, solo aspiré por la nariz y le pedí que arrancara.

Después de conducir sin rumbo por cinco minutos, no pudo resistir más y se volvió hacia mí, diciéndome, “Jovencita, tenemos que ir a algún lugar. Pareces estudiante, ¿qué tal si regresas a la universidad?”

Miré mi atuendo de los últimos días, camiseta y jeans, y con la delgadez de ese entonces, ciertamente parecía una estudiante.

Pensando en mi universidad, asentí, “Señor, por favor lléveme a la Universidad Autónoma de Baja California.”

Al llegar a la entrada, viendo el letrero de la UABC, me sentí un poco aturdida.

Ese era el lugar donde Jonathan y yo nos conocimos por primera vez, también fue el comienzo de nuestro destino.