Venganza y penitencia: Exesposa, Perdóname ( Lua Rios )
Venganza y penitencia: Exesposa Perdóname ( Lua Rios ) Capítulo 3

Capítulo 3

En la entrada del Club Rosas.

Lúa bajó del coche y justo cuando iba hacia la entrada del bar, notó un movimiento en el callejón cercano.-

En el angosto callejón junto al bar, un grupo de rufianes tenia acorralado a un pequeño niño.

El niño tenia un aspecto delicado y redondeado, con mejillas regordetas como si fueran de masa.

Vestia una simple camisa blanca y unos pantaloncitos negros de vestir, sus pequeños zapatos de cuero brillaban, evidenciando su calidad.

Cuando el niño se asomaba curioso cerca del bar, los rufianes le pusieron el ojo encima.

Pran León frunció el ceño, el hedor de esas personas era tan fuerte que casi no podia respirar.

No pudo evitar toser un par de veces, su rostro estaba pálido como el papel, sus labios pálidos estaban rodeados de un halo rojizo sangriento, como si hubiera tosido sangre.

“No tengo dinero conmigo, ¿y si mejor me secuestran y llaman a mi papá para pedirle un rescate?*

La voz infantil de Pran resono, sus mejillas enrojecidas se iluminaron con el brillo de sus ojos redondos y claros.

Uno de los rufianes le grito. “¡Llama a tu mami sola para que nos traiga el dinero!”

“No tengo madre.”

Justo c cuando Pran terminaba de hablar, se escuchó el sonido de tacones altos en el suelo de cemento.

Lúa entró en escena, justo a tiempo para ver a su hijo ‘lan Rios‘ rodeado por los matones.

Se desabrochó los puños de la camisa y dobló las mangas para exponer sus brazos blancos.

“lan, quédate detrás de mami, cuidado de salpicarte de sangre.”

Lúa recogió un tubo de metal del suelo, lo balanceó para sentir su peso, justo lo que necesitaba para desahogar su frustración y rabia.

Los sonidos de golpes del metal contra los rufianes y los gritos de dolor inundaron el callejón como si estuvieran matando a un cerdo.

Pran León se quedó con la boca abierta, sus ojos brillaron con asombro.

¡Había salido a escondidas y se encontró con una salvadora bellisima!

Pero esa señorita bellisima lo habia confundido con otro niño llamado lan…

Poco después, los gritos cesaron y Lúa salió del callejón sosteniendo a Pran con un brazo.

Pran se sentia como flotando en las nubes mientras estaba en los brazos de Lúa.

Levantó su delicada cabecita para ver el hermoso rostro de Lúa ampliado en su visión.

Se veia tan genial, tan poderosa y tan bella, jesa hermosa salvadora era demasiado encantadora! Pran, sin poder contenerse, apoyó su rostro en el hombro de ella.

El aroma de la mujer penetró en su nariz y, como en un sueño, murmuró, “Mamita…”

“¡Lucas ha sido golpeado, ay Dios mio!”

Lúa cargaba a su niño en un brazo mientras caminaba hacia el estacionamiento, escuchando a la gente que salia del bar comentando.

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Capitulo

“¿Qué Lucas?”

“El hijo mayor de Félix León de Orovalle, Lucas. Estaba bebiendo en el har y un niño de cinco años le hizo sangrar la cabeza. Fue una escena aterradora.

Lua se detuvo, asi que Lucas estaba en el bar? Tenia que encontrar a Lucas y terminar con su absurdo compromiso matrimonial

Lua abrió la puerta del coche y colocó a Pran León en el asiento trasero,

“lan, espera aqui a mamita, no te vuelvas a escapar.”

“Estás confundiéndome con…”

Pran apenas iba a hablar cuando Lua ya habla cerrado la puerta del coche, Ella salió del coche mientras Pran se apoyaba en la ventana, viendo un familiar Maybach negro de lujo, estacionado cerca.

Mateo agarraba a un niño mientras era escoltado por varios guardaespaldas saliendo del bar.

*¡Sueltenme! ¡Sueltenme!”

El niño que Mateo escoltaba era idéntico a Pran.

Ambos vestian camisas blancas y pantalones negros de estilos similares, pero la actitud del niño era completamente diferente a la de Pran.

“Señorito Pran, el Sr. Ellán está en el coche, ideje de hacer escándalo!”

Mateo suplicaba en voz baja al niño, sin entender cómo el señorito Pran, que normalmente tosia cada tres pasos y jadeaba cada cinco, tenía hoy tanta energia y era más ágil que un mono.

Mateo se distrajo por un momento y el niño se soltó de sus manos. El chico, rápido como un conejo. desapareció frente a sus ojos.

“¡Señorito!”

Mateo lo llamó desesperado.

Elián acababa de bajarse del coche, envuelto en un traje elegante, de una belleza destacada.

Sus ojos no mostraban rastro de calidez, y con zancadas largas, siguió al niño escapado, y justo detrás de otro vehiculo rojo, se chocó con su hijo.

“¡U!!” Pran cayó sentado al suelo y al instante, fue levantado por el cuello, mientras Elián lo alzaba con una

mano.

Pran levantó la vista y al encontrarse con la fría y severa expresión de Elián, sintió un miedo instintivo.

“Papa…”

Como quien levanta un gatito, Ellán colocó a Pran en el asiento trasero del coche. Parado junto a la puerta, su tono de voz era indiferente.

“Vaya, vaya, ¿asi que después de pegarle a Lucas también te atreves a hulr?”

Pran estaba confundido, “Yo no lo hice…”

Su negativa fue tomada por Ellán como una excusa, “De vuelta en casa escribirás el Rosario sesenta veces, ¡y no comerás hasta que termines!”

Pran, a escondidas de Elián, habla salido corriendo del hotel. Ya se sentia culpable, y ahora que tenía que copiar el Rosario, puso morritos con sus labios rosados. Aunque se sentia injustamente castigado, no intentó defenderse.

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Capitulo 3

Elián habia planeado llevarse a Pran directamente, sin importarle cómo estaba Lucas.

Pero justo entonces vio a esa mujer que le habla pagado tres billetes, entrar al bar.

¿A las órdenes de quién estaba esa mujer para acercársele?

Elian cerró la puerta del coche y le pidió a Mateo llevar a Pran de vuelta, mientras que él se dirigió hacia el

bar.

Pran, sentado en el coche, miraba a través de la ventana el llamativo coche rojo de Lúa.

La señorita bellisima lo habla confundido con otra persona. Pran se preguntaba si, al volver y encontrar su coche vacio, ella se preocuparia o se pondria ansiosa.

Lo que Pran desconocía era que dentro del coche rojo, había un niño idéntico a él observando cómo Elián se alejaba.

Al ver que Elián entraba al bar, lan suspiró aliviado.

Por suerte, habla sido rápido y se habla lanzado al coche de su mamá justo a tiempo.

Lo extraño para lan era que su mamá no estaba en el coche y no entendía por qué la puerta estaba abierta.

Pero habiendo escapado de quienes lo perseguían, lan se tumbó cómodamente en el asiento, esperando a que su mamá apareciera.

Dentro del bar, Lúa empujó la puerta del privado.

Lucas estaba sentado en el sofá, sosteniendo una toalla ensangrentada contra su cabeza.

Había estado bebiendo alegremente con unos amigos cuando, tras escuchar todas las “maldades” sobre Lúa, les dijo: “Cuando la haga mia, la compartiré con ustedes“. En ese momento, alguien lo golpeó.

Quien lo había dejado con la cabeza rota era ‘Pran‘, alguien con quien no queria problemas.

Al oir la puerta abrirse, Lucas sin mirar grito irritado:

“¡Llévenme al hospital! ¡Estoy perdiendo mucha sangre!”

Una voz de mujer, dulce y clara, le respondió: “¿Qué tal si mejor te envio directo al encuentro con Dios?”

Lucas levantó la vista y vio un par de piernas esbeltas frente a él.

Se tragó saliva y miró hacia arriba.

La mujer llevaba una máscara negra que cubría la mitad de su rostro, dejando ver solo un par de ojos brillantes. A pesar de que solo se le veían los ojos, la mujer tenía unas pestañas largas y una mirada llena de ternura que dejó a Lucas impresionado.

Lucas pensó que la mujer era una empleada del bar.

Con los ojos brillantes de interés, le dijo: “¿Todos los empleados del Club Rosas son asi de impresionantes?”

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