Capítulo 111

Ariana giró la cabeza para mirar a Adela, quién le preguntó: “Noe, ¿dónde está tu mamá?”

Noelia le explicó a Adela con astucia. “Mi mamá debe estar en su habitación, puede que esté dibujando, leyendo o incluso durmiendo, papá nos dijo que no la molestáramos, así que no subimos.

Sofía, que estaba arriba trábajando en unos bocetos de diseño, gracias a la falta de interrupciones, estaba avanzando rápidamente. Casi había terminado dos bocetos. Al levantar la vista y ver que ya era casi mediodía, se levantó para bajar.

Justo al llegar a la escalera, oyó voces de otras personas. ¿Habían llegado visitas? Al bajar, Sofía vio que, además de Rafael, Leo y Noe, Ariana y Adela estaban sentadas en el sofá.

No esperaba que fueran ellas, lo cual la tomó por sorpresa y la hizo sentir un poco incómoda. Noelia, al ver a su mamá bajar, gritó

fuerte: “¡Mamá!”

Ese llamado hizo que todos giraran la cabeza para mirar a Sofía. Noelia y Leonardo bajaron del sofá y corrieron hacia Sofía, tomándola de las manos, una a cada lado, emocionados de presentarle a Ariana y Adela. Noelia incluso le contó sobre el encuentro en el

aeropuerto y el restaurante.

Rafael, escuchando la conversación entre Noelia y Sofía, recordó que fue ese mismo día cuando había ido al aeropuerto con Ari para recoger a un tio y una tía, y luego los llevaron a comer. ¡Así que Noe y los demás también regresaron ese día y fueron al mismo restaurante! En ese momento, Rafael había pensado que una silueta le recordaba a Sofía, pero pensó que estaba imaginándolo. ¡Así que realmente era ella!

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Sofía, aún tomada de la mano por los pequeños, se acercó al sofá del salón.

Fue entonces cuando Ariana y Adela volvieron en sí.

Ariana pensó: ¿Así que la supuesta otra mujer que estaba maldecido en mi mente es realmente mi cuñada? ¡Y esos dos niños adorables son los hijos de mi hermano y mi cuñada! Pero si mi cuñada estuvo embarazada y mi hermano aun así quiso divorciarse… Aunque no haya otra mujer, ¡sigue siendo un desgraciado!

Al ver a Sofía acercarse, Ariana y Adela iniciaron una charla animada con ella, principalmente sobre los niños. Leonardo y Noelia también se unieron con entusiasmo. La inicial incomodidad de Sofía se desvaneció con la calidez de ellas.

Rafael, viendo a todos conversando animadamente, se sintió algo desplazado.

Vie

ya se hacía tarde, Sofía invitó a Ariana y Adela a quedarse a almorzar en casa. Ninguna de las dos se hizo la difícil, ya que anteriormente habían disfrutado de la comida de Sofía y siempre estaban dispuestas a repetir. Aunque no pudieron visitar el nuevo restaurante de comida Peruana que deseaban, estaban más que felices de disfrutar de la comida casera de Sofía.

Después del almuerzo, continuaron jugando con Noelia y Leonardo, insistiendo en que Sofía subiera a descansar y dejaran el cuidado de los niños en sus manos. Sofía, viendo cuánto disfrutaban los niños con sus nuevas amigas, subió a continuar con su trabajo con tranquilidad.

Rafael, con una expresión de fría indiferencia, vigilaba desde un lado. Notó que, después del almuerzo, ellas no tenían intención de irse, por lo que dijo. “¿Tanto tiempo libre tienen? ¿No tienen que trabajar?”

Ariana y Adela, inmersas en su diversión con Noelia y Leonardo, ni siquiera voltearon a ver a su hermano. “No, tenemos algo de tiempo libre. Adela hoy no tenía que ir al set, así que ambas tomamos la tarde libre.”

“Entonces, ¿a qué han venido?“, preguntó Rafael con un tono claramente

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