Volvemos a Empezar, iMi Ex! ( Sofía Carreras ) Novela
Capítulo 148

Capítulo 148

Óscar escribió: Estos aprovechados simplemente no tienen límites.

Sergio envió: ¿Cómo está el jefe ahora?

David envió: Ya salió de la cirugía, ya no está en peligro de muerte, pero todavía no ha despertado. Kevin dijo que posiblemente hasta la tarde de mañana.

David envió: Simón, mejor no le digamos a Ari y a la cuñada por ahora, para no preocuparlos.

Simón envió: Entendido. Pero, ¿cómo es que el jefe terminó así, emboscado por alguien?

Nadie habló después de eso, todos sabían en qué estado se había ido el jefe. Al llegar a Arabia Saudita, David también sintió que el jefe estaba distraído esa vez, por eso se ofreció a acompañarlo, pero el jefe se negó y sus hombres, ocultos en la sombra, no detectaron el peligro a tiempo, lo que llevó a que realmente surgieran problemas.

Sabiendo que David estaba ocupado, los demás no continuaron discutiendo. Dado que David mencionó que Kevin estaba allí y que ya habían superado el periodo critico, probablemente no habría problemas.

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David pasó toda la noche sin dormir, revisando las cámaras de seguridad en la sala de monitoreo.

El enemigo estaba bien preparado, muchas grabaciones de vigilancia fueron destruidas y aún no se podían recuperar.

Después de dos dias revisando las cámaras, finalmente encontraron a una persona sospechosa en el video de una cámara afuera de una cafetería. Llevó a sus hombres a atrapar al sospechoso y lo llevó de vuelta para un interrogatorio riguroso.

David logró acorralar al hombre en un callejón y lo trajo de vuelta para encerrarlo en el sótano.

Luego subió a ver al jefe. No había recibido ninguna llamada de sus hombres, quizás el jefe todavía no había despertado. Fue directamente a la sala de tratamiento.

“Sr. Nazar.” Los dos hombres guardando la puerta del cuarto de tratamiento se pusieron de pie al ver a David entrar, inclinándose respetuosamente.

“¿El jefe todavía no ha despertado? ¿Ha venido Kevin?”

“El Sr. Amorós aún no despierta, y el Dr. Rodríguez tampoco ha venido.”

“Ábranme la puerta, voy a entrar a ver.”

Los subordinados abrieron la puerta del cuarto de tratamiento, y David entró, viendo a su jefe descansando tranquilamente en la cama, pareciendo estar dormido, con el rostro pálido. La camisa blanca manchada de sangre y el abrigo fueron arrojados directamente al basurero, dejándolo con el torso desnudo. Se podía ver que el lugar donde recibió el disparo en el pecho ya estaba vendado. David, algo ansioso, sacó su teléfono para llamar a Kevin. ¿No había dicho que despertaría por la tarde? ¿Cómo es que aún no se ha despertado y ya es de noche?

La llamada se conectó.

“¿Ya despertó?”

Kevin, al otro lado, pensó que Rafael había despertado.

“Estaba a punto de preguntarte eso, ¿no dijiste que despertaría por la tarde? ¿Cómo es que mi jefe aún no ha despertado y ya es de noche?”

*¿Ah, no ha despertado? Voy para allá.” Kevin calculó que ya era hora de despertar.

“Está bien, ven rápida.”

Dicho eso, David colgó y esperó a Kevin en la sála de tratamiento.

Kevin, que vivía cerca, llegó en unos diez minutos.

Una vez llegar, entró, se puso la bata blanca, una mascarilla y guantes.

Los demás, salgan por favor, no hace falta tanta gente aquí.”

David mandó a sus hombres à esperar afuera y se quedó al lado.

Kevin revisó nuevamente a Rafael, asegurándose de que no había problemas y dijo: “Ahora puedo asegurar que está bien, no va a morir Llévenlo a la habitación de arriba para que descanse, no debería quedarse en la sala de tratamiento. No se preocupen, seguro despertará esta noche.

Al escuchar a Kevin, David finalmente se tranquilizó y ordenó que llevaran a Rafael a una habitación en el piso superior.

Cuando Rafael desperto, ya eran más de las dos de la madrugada, todo estaba oscuro afuera, solo la luz de la luna filtrándose por una pequeña abertura de la cortina permitía ver vagamente el interior de la habitación. Se dio cuenta de que estaba en la villa del cuartel. general en Ambia Saudita.