Capítulo 2
Como jefe, Rafael estaba siempre ocupado. Sofia, por su parte, frecuentemente visitaba al abuelo Isaac; ella siempre sintió que verlo era como ver a su propio abuelo, era una sensación muy cálida y familiar,
El cambio entre ellos quizás comenzó un año después de casarse. Una noche, Rafael llegó muy tarde, claramente habiendo bebido demasiado, y fue llevado a casa por su chofer Sofia se apresuro a ayudarlo, junto con el chofer, a llevarlo a su habitación, donde ella solia dormir sola. Con el chofer presente, a Sofía no le pareció correcto revelar su verdadera situación. Después de acomodar a Rafael en la cama y ver al chofer salir, Sofia comenzó a desabrochar su camisa, sintiendo cómo el calor subía incontrolablemente a su rostro por el gesto. Justo cuando planeaba levantarse para irse, sintió que su mano era agarrada de repente. Perdiendo el equilibrio, cayó sobre él. Rafael la abrazó fuertemente, murmurando “No me dejes.” Sofia se tenso, sin saber qué hacer, cuando de repente Rafael giro, cambiando sus posiciones. Mirándola de forma confusa por unos segundos, su rostro juvenil se veía aún más infantil por el alcohol. Entonces, de repente, la besó, dejando a Sofia completamente en blanco, así permitió al hombre encima de ella tomar lo que quisiera. A la mañana siguiente, temiendo el incómodo encuentro, Sofia se levantó temprano, soportando la incomodidad entre sus piernas, se ducho y preparó el desayuno antes de que Rafael saliera de su cuarto.
“Lo de anoche…
“Vamos, desayuna,” le dijo rápidamente, sabiendo que lo de la noche anterior habia sido un accidente y no quería escuchar nada que pudiera entristecerla, cortando así lo que él estaba a punto de decir
Se sentaron a desayunar en silencio.
*Después iré a comprarte las pastillas, dijo finalmente Rafael.
Sofía lo mirë.
“No podemos tener hijos, se explicó él, algo que era inusual en él.
“Lo sé, iré a comprarlas yo misma, dijo Sofia, sintiendo un dolor en su corazón, pero manteniendo una leve sonrisa en su rostro.
Desde entonces, la forma en que se relacionaban pareció cambiar, de ser extraños viviendo bajo el mismo techo después de casarse, a ser una pareja que no hablaba de amor.
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Vivian en la misma habitación, compartian la misma cama, llevaban una vida de pareja normal, aunque él siempre regresaba tarde a casa para abrazarla por detrás. El le mandaba mensajes para saber si estaria en casa para la cena, y las visitas a la casa antigua se volvieron más frecuentes. El abuelo, ya mayor, deseaba ver a sus bisnietos, por lo que a menudo les preguntaba cuándo tendrían niños, presionándolos, especialmente porque ya habian pasado casi tres años de casados.
El sonido de un mensaje de WhatsApp interrumpió los pensamientos de Sofía.
[No volveré a casa para cenar esta noche.] Era un mensaje de Rafael.
[Está bien.] Pensando en su estómago delicado, Sofía respondió con otro mensaje: [No bebas demasiado.]
Sin esperar una respuesta, Sofía decidió no contarle a Rafael sobre el embarazo todavía. Aunque su relación parecía muy cercana en los últimos dos años, ella sabia que él nunca le habia dicho “te amo“. No la amaba. Por eso, tenia muchas dudas, pero de lo que estaba segura era de que quería quedarse con el bebé.
Con Rafael ausente esa noche, Sofía planeó visitar al abuelo, ya que no se había sentido bien últimamente, y ya había pasado un tiempo desde su última visita.
Capitulo 3
Sofia llegó a la antigua mansión, el mayordomo al verla
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