Capítulo 227

La voz suave y melancólica de Pilar contrastaba fuertemente con el ambiente animado que la rodeaba, proyectando un aire de tristeza que no encajaba en lo absoluto. Sus ojos reflejaban una profunda tristeza, una vulnerabilidad que inspiraba compasión.

Rafael, por otro lado, maglenía una expresión fría y distante, sin mostrar emoción alguna, ni siquiera se molestaba en mirarla.

Rafael: “No puedo, temo que’mi esposa se moleste.”

Esa simple frase sumergió a Pilar en un abismo de desesperación. Se mordió el lábio, luchando por contener las lágrimas

Rafael, queriendo evitar más complicaciones, se dispuso a enviarle un mensaje a Sofia.

“Amor, me están haciendo beber.”

Sofia acababa de terminar de laver los platos, y los niños estaban jugando en la habitación. Al ver el mensaje, respondió de inmediato.

¿Y el conductor está ahí?”

Sabla que él solia conducir por si mismo y raramente llevaba chofer.

“No.”

“¿Entonces cómo vas a volver?”

“No sé, siguen insistiendo para que brinde, amor, me siento mal. Rafael fingió sentirse desdichado para provocar su simpatia. Si él, no quisiera beber, probablemente nadie en San Bernat se atreveria a obligarlo.

Sofia, aunque no entendia mucho de sus asuntos de negocios, se preocupaba por él. Al final, decidió ir a recogerlo.

“Le pediré a Camila que venga a cuidar a Leo y Noe, voy por ti.”

“Mi amor, eres la mejor, pero no te apures.” Rafael, sintiéndose victorioso, finalmente la suavizo.

Aunque los presentes fingian estar ocupados con sus propias cosas, todos estaban pendientes de Rafael. Viendo que el hielo en torno a él parecia derretirse después de que Pilar se acercara, aunque aún mantenia su rostro impasible, el sutil cambio en la comisura de sus labios no pasó desapercibido para los más observadores. Todos pensaban que el Sr. Amorós habla camblado por Pilar

Los más audaces se acercaron con sus copas en mano.

“Sr. Amorós, es un honor tenerlo aqui hoy, esta copa es para usted.”

Rafael apenas levantó los párpados para mirar al que le ofrecía la bebida.

Después de haberle dicho a su esposa que estaba siendo obligado a beber, pero en realidad, solo habia aceptado una copa hasta ese momento. La persona que le ofrecía la copa temía haberle ofendido, justo cuando el Sr. Sánchez, que lo había invitado, se acercó a mediar la situación, preguntándose quién habia irritado a tal personaje.

Para sorpresa de todos, Rafael tomó la copa llena de la mesa y la vació de un trago.

“Es un placer.”

Los presentes, al recuperarse del shock, vieron eso como una señal de apertura por parte de Rafael y se acercaron en masa, formando una fila para brindar con él.

Rafael aceptó cada brindis sin rechazar a nadie, manteniendo su compostura en todo momento, dejando a todos preguntándose si realmente se estaba embriagando.

Pilar fue empujada hacia un lado por la multitud, se mordió el labio pálido con una expresión de dolor.

Había visto, por accidente, la pantalla del teléfono de Rafael con el chat abierto con su esposa, y sabía que era Sofia.

Su mirada, llena de emociones entrelazadas–terura, agravio, sorpresa, y una tristeza que parecia romper el corazón – se fijó en Rafael.

El dolor era evidente en los ojos de Pilar

No podía creer cuán intimos se hablan vuelto, cuando hacia cuatro años atrás, a él ni siquiera parecía importarle. Sabla que su matrimonio de tres años había sido solo un acuerdo. ¿Por qué ahora que Sofia habla vuelto, todo había camblado? Rafael.. realmente se habla enamorada de Saffa?

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