Capítulo 374

Gerard y Sofia lograron ver claramente a la otra persona que salía con ella; era Rafael. Sofia se emociono tanto que sus ojos se llenaron de lágrimas instantáneamente.

Ese rostro familiar, esa figura conocida, era su Rafa.

La mujer era claramente la dueña del crucero, y una sombra de ira cruzó su hermoso rostro al preguntar, “¿Quiénes son ustedes?”

En ese momento, Sofia no podia preocuparse por nada más. Solo miraba fijamente ese rostro que habia extrañado tanto. Todas las emociones contenidas explotaron al ver a Rafael, hasta el punto de que no podia emitir sonido alguno, solo mordía su labio Inferior y lloraba en silencio.

Gerard, por supuesto, también vio a Rafael. Sofia no se habia equivocado, realmente era él, y aún estaba vivo. Ante la pregunta de la mujer, Gerard respondió, “Estamos buscando a alguien, un amigo que està en este barco.”

La mujer notó que Sofia no dejaba de mirar al hombre detrás de ella y preguntó con una risa fria, “¿Quién es tu amigo?”

Gerard fijó su mirada en Rafael y levantó la barbilla, “Él”

Sofía poco a poco se tranquilizó y notó algo extraño, Gerard también lo notó, Rafael estaba actuando muy raro. Claramente los habla visto, pero no se acercó, solo se quedó alli, sin mostrar una expresión, detrás de la mujer rubia de ojos azules.

Si realmente era Rafael, no tendria sentido que no reaccionara al verlos, pero ese rostro era definitivamente el de Rafael.

Sofía le gritó, “Rafa, eres tú, ¿verdad?”

Rafael solo frunció el ceño al mirarla, sin ninguna respuesta

La mujer se giró hacia Rafael y pregunto, “Zero, los conoces

Rafael frunció el ceño y dijo con pocas palabras, “No se”

La mujer se volvió hacia Gerard y Sofia, se rio de forma sarcastica y dijo, “Digan cual es su propósito. ¿Son esplas enviados por el Zorro Plateado? Si no hablan ahora, no me culpen por ser desagradable” Su mirada recorrió el lugar, y todos apuntaron hacia Gerard y Sofia.

Gerard no pudo evitar gritar, “Rafael, que demonios haces, cómo que no sabes, ni a tu propia esposa reconoces, es Sofia!”

Cuando Rafael escuchó el nombre de “Sofia“, un dolor agudo atravesó su mente, con imágenes extrañas parpadeando ante él, lo que le causó tanta molestia que se agachó sosteniéndose la cabeza.

La mujer parecía preocuparse mucho por él, se giró rápidamente y corrió hacia él. Luego, ordenó que llevaran a Rafael al interior del barco. Sofia intentó seguirlos, pero fue detenida

La mujer se acercó a Sofia, ya que escucho la palabra “esposa“, la examino de arriba abajo con una mirada descarada, pensando cómo alguien tan delicado y frágil podia ser la pareja de Zero.

Aunque fuera su esposa, ella lo habia rescatado, por lo tanto, él le pertenecia.

La mujer se levantó con la intención de irse, pero Gerard la detuvo rápidamente y dijo. “No te vayas, la persona que buscamos es él.” Realmente queria enfadarse. ¿Qué le pasaba a Rafael? No reconocerlos era una cosa, pero no reconocer a su propia esposa era demasiado. Habian encontrado a la persona pero no podían llevársela, era frustrante. Miró friamente a la mujer,

preguntándose quién seria, con un crucero que llevaba un emblema real, probablemente de algún pequeño país europeo, y por su aspecto, no parecia ser de ese pais.

La mujer se detuvo y con una mirada indicó a un hombre de cabello largo que los llévenios adentro.

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