Capítulo 90

Noelia acababa de quedarse dormida cuando Sofía salió para ir a recoger a Leonardo, Camila y Daniel, quienes no podían esperar para llegar al hospital al escuchar que Noelia necesitaba ser hospitalizada para observación.

Apenas giró, Sofía vio a Rafael de pie detrás de ella. Los dos se quedaron mirando a través de la distancia que los separaba, sin que ninguno hablara o diera un paso adelante. Para Sofía, después de pasar por tantas emociones encontradas y al ver a Rafael de nuevo, podría haber sentido como si hubiera pasado una eternidad en solo un momento.

Rafael dio un paso hacia adelante, acortando la distancia a solo un metro de Sofía.

“Rafa~“, al ver que él no tenía intención de hablar, Sofía tomó la iniciativa.

¿Todavía te sientes mal?” Preguntó Sofía, algo preocupada. No sabía por qué él estaba en el hospital y recordó que, cuando se había ido la última vez, él había mencionado que tenía un resfriado. ¿Aún no se había recuperado?

No se dio cuenta de cuánto todavía le importaba y estaba pendiente de él.

“No, vine a ver a un amigo.” Rafael no iba a admitir que había venido especialmente a verla. ¿Acaso no podían ser amigos después de divorciarse? No estaba mintiendo.

“Oh.” Así que había venido a ver a un amigo. Sofía se sintió aliviada de que no estuviera ahí porque estuviera enfermo.

“¿Cómo está tu hija?” Preguntó Rafael.

“Oh, acaba de quedarse dormida. El doctor dijo que no es nada serio, solo necesita quedarse en observación un par de días.” Contestó Sofía.

Si Noelia ya estaba dormida, entonces él no entraría.

“Me alegro de que no sea nada grave. Entonces, me iré.” Dijo Rafael.

“Está bien.” Dijo Sofia.

Ambos pasaron el uno por el lado del otro,

“Rafa~“, Sofía lo llamó, girándose hacia él.

Al escuchas su voz, Rafael se volteó a ver a Sofía.

“Rafa~, gracias.” Dijo Sofía.

Con una leve sonrisa, Rafael se dio la vuelta y se fue.

Mirando su figura alejarse, Sofía pensó para sí misma, “Rafa, gracias por salvar a Leo y Noe. Lo siento, he sido egoísta al tenerlos solo para mí. No te preocupes, prometo cuidarlos bien de ahora en adelante. Adiós.”

Justo después de que Rafael se fuera, las puertas del elevador se abrieron y Leonardo corrió hacia fuera, seguido por Daniel y Camila. Leonardo se lanzó hacia Sofía, llamándola cariñosamente: “Mamá, mamá.”

“Mamá, ¿cómo está Noe?” Preguntó Leo.

“¿Sí, cómo está Noe?” Camila también preguntó ansiosamente.

“Acaba de quedarse dormida. El doctor dijo que se está recuperando bien, probablemente podrá ser dada de alta mañana.” Sofía sabía que todos estaban muy preocupados por Noelia, así que rápidamente compartió la noticia para tranquilizarlos.

“Eso es un alivio, he estado tan preocupada.” Camila había visto a los niños crecer como si fueran suyos.

Sofía llevó a todos suavemente a la habitación de Noelia para darle un vistazo y luego los llevó a almorzar.

En la mesa, Camila preguntó, “Sofi, ¿regresarán a Ciudad Nube después de que Noe reciba el alta?” Sabía que si no fuera por el incidente con Leo y Noe, ya se habrían ido.

“¿Así que se van?” Daniel no esperaba que Sofía planeara irse tan pronto.

“Si, una vez que Noe reciba el alta, los llevaremos de regreso.” Sofía sabía que si Rafael no hubiera descubierto a los niños esta vez, era una cuestión de tiempo antes de que lo hiciera. No quería correr riesgos, especialmente después del secuestro, quería regresar lo antes posible.

Al escuchar eso, Daniel se mostró un poco desanimado y dijo, “Avisame cuando tengan los boletos, los acompañaré al aeropuerto.*

“Está bien“, aceptó Sofía con tranquilidad.

Daniel no dijo nada más, temiendo lá calma de Sofía que le recordaba que nunca tendrían una oportunidad

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