Tras mi renuncia el CEO luchó por mi amor por Isa Melodía
Tras mi renuncia el CEO luchó por mi amor Capítulo 15

Capítulo15 Cada uno conoce sus límites

Doña Alicia se apresuró a acercarse y saludar: –Señor, ha regresado,

Alejandro entregó su abrigo a doña Alicia.

-¿Dónde está ella?

Doña Alicia respondió: La señorita Pérez subió hace un momento. Apenas tocó su comida y parecia de muy mal humor.

Alejandro frunció el ceño. Ni siquiera le había preguntado todavía acerca del incidente con Manuela y ya estaba de mal humor. Echando un vistazo a los platos apenas tocados en la mesa, subió las escaleras, tocó su puerta de manera fría y espero.

Pronto, Ximena abrió la puerta. Cuando vio el rostro frío en la puerta, bajó la mirada casi al instante, as

-Señor Méndez, ¿en qué puedo ayudarlo?

Mirando la expresión distante de Ximena, Alejandro de repente sintió una oleada de irritación. —¿No crees que me debes una explicación? -preguntó.

Ximena ni siquiera levantó sus párpados.

-No sé de qué estás hablando.

Alejandro entrecerró los ojos. ↑

Ximena, no juegues conmigo, iponiendo a prueba mi paciencia a sabiendas que mi paciencia también tiene un límite!

Ximena sonrió suavemente y luego sostuvo la mirada de Alejandro.

-¿Por qué entonces me atrevería a provocarte? ¿creerías acaso lo que digo?

La voz de Alejandro se volvió más fría.

-¿Así que entonces no vas a explicarte? Ximena, jella se torció el tobillo por tu culpa!

Ximena no pudo evitar encontrar cómica la situación. Mira, ya la habían declarado culpable. ¿Cuál era el punto de todas estas preguntas?

La sonrisa en el rostro de Ximena no llegó a sus ojos.

-Viniste a preguntarme solo para que admitiera que la empujé, ¿verdad? Bueno, ya lo oíste. Yo soy esa malévola criatura que tienes en mente.

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¿No era él quien no le gustaba que tuviera varios hombres y sentía lástima por su amante en sueños?

Si tenia esos problemas, ¿por qué no la alejaba de su lado de una vez por todas? Al ver que Ximena admitía el acto, pero seguía sin mostrar arrepentimiento, la ira de Alejandro aumentó. La agarró y la atrajo hacia su abrazo,

Inclinando la cabeza, besó sus labios y luego la mordió con fuerza.

En medio del doloroso grito de Ximena, el sabor de la sangre se esparció en sus

bocas.

Instintivamente, Ximena intentó apartar a Alejandro, pero él la mantuvo firme en sus brazos.

Por primera vez, Ximena sintió con fuerza lo que era ser manipulada por alguien.

Las lágrimas afloraron en sus ojos mientras se rendía dolorosamente.

Quizás al sentir la humedad, Alejandro de repente aflojó su agarre.

Él abrió sus ojos oscuros y vio las lágrimas en las largas pestañas de Ximena, frunciendo el ceño.

En un instante, tuvo una vaga sensación de que estaba a punto de perder algo.

Pero esa idea fue fugaz, ya que Alejandro se llenó de enojo.

Presionando su voz, gruñó: -¿Besarme te hizo sentir maltratada, ¿verdad?

Ximena no dijo nada, se quedó de pie en su lugar con la cabeza baja.

Viendo su obstinado silencio de nuevo, Alejandro se irritó y se marchó.

Pronto, el sonido del motor del coche resonó desde abajo.

Ximena miró atónita por la ventana.

Antes, podía ser voluntariamente un reemplazo. Pero, ahora no ser la amante de nadie era su línea de fondo.

En el club “Noche Escarlata“.

Con la llegada de Alejandro, los dos hombres en el reservado se miraron desesperanzados.

Después de sentarse en un tenso silencio asfixiante durante un rato, finalmente alguien no pudo contenerse.

Mariano Restrepo se movió hacia el lado de Alejandro y dijo:-Alejo, ¿ encontraste a la persona equivocada otra vez?

Alejandro le lanzó una mirada asesina y sombría.

Callete maldita sea si no tienes nada que decir.

Mariano cerró la boca rápidamente y miró hacia Luis Flores no muy lejos.

Luis comentó: Alejo, ¿por qué no trajiste a tu secretaria hoy?

El rostro de Alejandro se oscureció.

-Si mencionas su nombre de nuevo, te garantizo que no tocarás a una mujer en medio año.

Luis se asustó tanto que abrió los ojos ampliamente y se levantó tan rápido, alejándose de Alejandro tanto como pudo.

Mariano entendió la señal: este hombre estaba molesto por la Señorita Pérez.

Mariano pensó un momento y cambió de tema:

-Alejo, ¿cuándo traerás a esa persona que te salvó a que nos la presentes?

Luis aprovechó la oportunidad para decir:

Si, si, déjanos ver cómo es la mujer por la que estás tan obsesionado.

Alejandro se quedó en silencio por un momento.

-¿Qué podría hacer que alguien cambie su actitud de repente?

Mariano y Luis intercambiaron una mirada, oliendo la oportunidad de chismes.

Mariano dijo: La vida y las personas.

Alejandro lo miró, con la mirada llena de reflexión. 1

En la madrugada.

Ximena, que finalmente había logrado conciliar el sueño, fue despertada por el sonido del timbre.

Tomó su teléfono y vio que la llamada era de Mariano, así que contestó de inmediato.

-¿Señorita Pérez? ¿Estás dormida?

Ximena se sentó en la cama.

preguntó Mariano.

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-¿Qué pasa, señor Restrepo?

Mariano miró al borracho Alejandro a su lado y dijo: -El compa ya está un poco pasado de copas. ¿Podrías venir a buscarlo?

Donde está Mariano, allí de seguro esta Luis. Los dos son los mejores amigos de Alejandro, y ella no era ajena a las que lo emborrachaban

tuaciones en las

solamente para sacarle información.

No tenía idea de qué trampa estaban tendiendo, pero Ximena no quería caer en ella.

Decidió rechazarlo: Señor Restrepo, por favor contacten al señor Torres. No es muy conveniente para mí. Y si no hay otro asunto pendiente, voy a colgar.

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