Tras mi renuncia el CEO luchó por mi amor por Isa Melodía
Tras mi renuncia el CEO luchó por mi amor Capítulo 16

Capítulo16 Solo por darle vuelo a la hilacha

–¡Espera no cuelgues!

punto de colgar el teléfono.

Mariano llamó rápidamente a Ximena, quien estaba a

Mintiendo con calma, Mariano dijo:-Eduardo no puede venir por un asunto que el tiene pendiente en otro lado.

Ximena respondió:

Está bien, mándame la dirección entonces.

Veinte minutos después…

Ximena bajó del coche frente al club Noche Escarlata.

En la entrada del club, Alejandro, con la cabeza baja, estaba sostenido por Mariano v Luis.

Ximena frunció el ceño y se acercó. Cuando vio el rostro apuesto de Alejandro teñido de un extraño rubor, se dio cuenta de que realmente estaba ebrio.

Sin embargo, ¿cómo podría Ximena, con su estatura de metro setenta, sostener al alto metro noventa de Alejandro?

Mariano empujó a Alejandro hacia Ximena y preguntó: -Señorita Pérez, ¿has visto a esa mujer que Alejo ha estado buscando durante tanto tiempo?

Ximena miró hacia abajo y respondió: -Sí, la he visto.

Mariano sonrió y dijo: Es posible que Alejo esté bebiendo esta noche por ella. No estoy muy seguro de los detalles. Cuídalo bien cuando lo lleves de vuelta.

De repente, el corazón de Ximena se contrajo de dolor.

Pero esta vez, el dolor parecía menos intenso que antes.

Ximena sonrió levemente a Mariano y luego, con dificultad, se llevó a Alejandro consigo.

Una vez que Ximena se alejó, Luis se apresuró a hablar: -Mariano, ¿qué te pasa? Mariano levantó una ceja: -¿Qué me pasa?

Señalando la espalda de Ximena con frustración, Luis dijo: -¡Sabes perfectamente que Alejo está borracho por culpa de la señorita Pérez! Pero insististe en decir que era por ese amor platónico. Mariano sonrió suavemente: De vez en cuando, está bien que Alejo pague las consecuencias por sus acciones. Es para su propio bien. 4

Luis confundido preguntó: -¿Pero de qué consecuencias hablas?

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Capítulo16 Solo por darle vuelo a la hilacha

¡Espera no cuelgues!

punto de colgar el teléfono.

Mariano llamó rápidamente a Ximena, quien estaba a

Mintiendo con calma, Mariano dijo: Eduardo no puede venir por un asunto que el tiene pendiente en otro lado.

Ximena respondió:

Está bien, mándame la dirección entonces.

Veinte minutos después….

Ximena bajó del coche frente al club Noche Escarlata.

En la entrada del club, Alejandro, con la cabeza baja, estaba sostenido por Mariano y Luis.

Ximena frunció el ceño y se acercó. Cuando vio el rostro apuesto de Alejandro tenido de un extraño rubor, se dio cuenta de que realmente estaba ebrio.

Sin embargo, ¿cómo podría Ximena, con su estatura de metro setenta, sostener al alto metro noventa de Alejandro?

Mariano empujó a Alejandro hacia Ximena y preguntó:

Señorita Pérez, ¿has

visto a esa mujer que Alejo ha estado buscando durante tanto tiempo?

Ximena miró hacia abajo y respondió: -Sí, la he visto.

Mariano sonrió y dijo: Es posible que Alejo esté bebiendo esta noche por ella. No estoy muy seguro de los detalles. Cuídalo bien cuando lo lleves de vuelta.

De repente, el corazón de Ximena se contrajo de dolor.

Pero esta vez, el dolor parecía menos intenso que antes.

Ximena sonrió levemente a Mariano y luego, con dificultad, se llevó a Alejandro consigo.

Una vez que Ximena se alejó, Luis se apresuró a hablar: Mariano, ¿qué te pasa?

Mariano levantó una ceja: -¿Qué me pasa?

Señalando la espalda de Ximena con frustración, Luis dijo:

¡Sabes

perfectamente que Alejo está borracho por culpa de la señorita Pérez! Pero insististe en decir que era por ese amor platónico. Mariano sonrió suavemente: De vez en cuando, está bien que Alejo pague las consecuencias por sus acciones. Es para su propio bien.

Luis confundido preguntó: ¿Pero de qué consecuencias hablas?

IS BONUS

Mariano respondió:

Dale tiempo al tiempo y lo sabrás en el futuro.

Luis se quedó sin palabras. ¿Por qué todos a su alrededor ahora parecían estar guardando secretos?

De regreso en Valleluz, Ximena luchó para llevar a Alejandro a su habitación principal.

Agotada, ella se recostó en el borde de la cama, sin fuerzas para moverse.

Ximena levantó la mirada y examinó detenidamente el apuesto rostro de Alejandro.

Su cabello corto estaba un poco desordenado sobre su frente.

Sus cejas permanecian fruncidas sobre sus ojos cerrados, con la nariz recta y los labios finos apretados, como si estuviera incómodo.

Mientras lo observaba, Ximena sintió el impulso de alisar la frente de Alejandro con la punta de los dedos.

Pero en el momento en que sus dedos tocaron su frente, Alejandro abrió bruscamente los ojos y sujetó su muñeca.

El repentino movimiento asustó a Ximena, quien intentó retirar su mano, pero Alejandro no le dio oportunidad.

-La oportunidad está frente a ti, ¿por qué no huyes?-preguntó Alejandro en tono frio.

Ximena respondió con una sonrisa incierta: -Huir me dejaría en la miseria.

La mirada de Alejandro se volvió sombría y apretó un poco más su muñeca.

Preguntó: ¿En tus ojos, aparte del dinero, qué más hay?

Ximena fingió estar pensativa y respondió:

¿no?

Creo que también hay los hombres,

Alejandro quería escuchar esa respuesta de Ximena, ¿verdad? Así que ella simplemente le dijo lo que quería oír.

No sorprendió a Ximena ver el intenso disgusto en los ojos oscuros del hombre.

-El contrato aún no ha terminado. Compórtate como la amante sublime que deberías ser–rugió Alejandro, una declaración que apretó el pecho de Ximena

casi hasta la asfixia.

¿Cómo podia el besar y acariciar a su amor platónico sin restricciones, mientras ella debia humillarse como una amante en la sombra? ¡Ella no estaba dispuesta a permitirlo!

Contenierão la amargura en su interior, Ximena respiró profundamente y lo enfrentó: Alejandro, ¿podemos poner fin a esta relación?

La respiración de Alejandro se descontroló por un momento, pero al siguiente, agarró la barbilla de Ximena y dijo con frialdad: -Ximena, el control de esta transacción siempre estará en mis manos. No tienes el poder de decidir cuándo termina. A partir de hoy, sin mi permiso, no te permito salir de Valleluz ni un

paso.

Ximena no sabía cómo había salido de la habitación de Alejandro.

Lo único que sabía era que después de dar la orden, él fue brutal con ella una vez

más.

Si pudiera, desearía retractarse de sus palabras anteriores.

Así al menos podría ir al hospital, a la oficina.

Pero ahora, todo se había desmoronado.

Se había convertido en la mascota mantenida por Alejandro: jugueteada y abandonada a su antojo.

Durante toda una semana encerrada, Ximena estuvo ocupada trabajando en sust

diseños.

Después de recibir el pago, transfirió el dinero a la cuenta de Laura.

Cuando estaba a punto de cerrar sus redes sociales, su amiga Simona le envió un mensaje.

Simona:

Ximena, van a realizar un concurso internacional de diseño de modal

en línea. ¿Te gustaría participar?

Ximena se quedó atónita por un momento y luego preguntó: -¿Puedes

mostrarme los requisitos y las condiciones para participar?

Simona envió un enlace y Ximena entró al sitio web. Resultó que cumplía con los requisitos para participar.

Tres meses, tres rondas de competencia.

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El premio para el primer lugar era de cinco millones

Con esa cantidad, podria cubrir los gastos médicos de su madre y tendría la confianza para dejar a Alejandro.

Ximena respondió a Simona: Gracias, esto es muy importante para mí.

Simona respondió: No necesitas decir esas cosas educadas. Invítame a comer cuando tengas tiempo.

Ximena respondió con un “está bien“.

Después de llenar el formulario de inscripción, doña Alicia llamó a la puerta para decirle que la comida estaba lista.

Ximena cerró su computadora y bajó para disponerse a comer.

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