Capítulo 388

Rafael, después de regresar al hotel, no fue directamente a su habitación, sino que bajó al piso 22. No sabía por qué, pero inconscientemente se encontró frente a la puerta del 2203. Después de dudar por un tiempo, estaba a punto de llamar cuando la puerta se abrió desde dentro.

Al ver a la persona que estaba fuera, Sofía también se sorprendió un poco, “Rafa, ¿me buscabas?”

Rafael se sintió un poco avergonzado, un rubor involuntario subló a sus orejas. Se aclaró la garganta y asintió, “Eh, estaba pensando si te gustaría salir a pasear.”

La sonrisa en el rostro de Sofía floreció, ella asintió emocionada, “Claro.

Los dos, como turistas comunes, pasearon por la hermosa ciudad de canales. Visitaron la Plaza de San Marcos, se pararon en la plaza escuchando el sonido de las campanas del campanario de San Marcos, con el sol bañándolos y el sonido de las alas de las palomas a su alrededor, sintiéndose verdaderamente maravillosos. Luego fueron al Puente de los Suspiros, a la Basilica de Sant Marcos, donde bajo el sol, la iglesia brillaba en todo su esplendor dorado. Finalmente, disfrutaron de una gran cena de mariscos. Al terminar la cena, la vida nocturna de Venecia ya se habia ocultado en la oscuridad de sus canales, y las luces de las vitrinas de vidrio soplado de Venecia en las calles ya se hablan apagado.

Sofia admiraba en silencio la noche veneciana, tan bella como una pintura, deseando que el tiempo pasara más despacio. No sabia si Rafael compartia el mismo deseo, solo sabía que en ese momento la persona que amaba estaba a su lado, llenándola por completo.

Juntos siguieron las serpenteantes y silenciosas callejuelas, guiados por Jas luces de la calle, parecía que ambos ralentizaban su regreso al hotel.

Con cautela, Sofia rompió el silencio, “Rafa, ¿cómo te has sentido durante el tiempo que perdiste la memoria?”

Rafael parecía haberse acostumbrado a que ella lo llamara ‘Rafa‘, posiblemente era su nombre anterior, le sonaba familiar. “Estuve en un crucero, recuperándome de algunas heridas.”

¿No pensaste en buscar a tu familia? Preguntó Sofía nuevamente.

Rafael permaneció en silencio por un momento antes de responder, “Ella me dio falsos recuerdos, siempre crei que era un huérfano, hasta que los conocí a ustedes realmente no lo habia pensado.

Sofia estaba a punto de preguntarle si, dado que confiaba en ella, estaria dispuesto a regresar con ella a San Bernat. Pero antes de que pudiera hablar, escuchó a Rafael decir, “Ya llegamos.”

Así de rápido, ya habían vuelto al hotel.

Al regresar, Rafael acompañó a Sofía a su habitación y, para su sorpresa, encontró a David y Gerard esperándola, Gerard, al verla. empezó a regañarla, “¿Dónde has estado? ¿Sabes cuánto nos preocupamos?” David también se unió, “Si, cuñada, ¿por qué tu teléfono estaba apagado? Estábamos muy preocupados

Sofía sacó su teléfono y se dio cuenta de que se había quedado sin bateria y se habia apagado. Se disculpó con sinceridad, “Lo siento, me quedé sin bateria, no queria preocuparlos.”

Gerard estaba a punto de decir algo más cuando de repente vio a Rafael, que había regresado con Sofia. Se quedó sin palabras por un momento, vio que ambos se dedicaban breves miradas, luego dijo tartamudeando, Tú… ustedes… ¿cómo es que están juntos?”

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